@CesarRadioMARCA | Parece que fue hace un lustro cuando Isco fue traspasado al Real Madrid y apenas ha pasado temporada y media. Pero ha llovido mucho desde entonces. Tanto que el del Arroyo de la Miel se ha consagrado como un futbolista total, más completo, más sacrificado en su esfuerzo defensivo, mas con la misma calidad con la que asombró al mundo vestido de malaguista.
Y eso es, precisamente, lo que sigue siendo Isco. Un malaguista que, aunque vestido de blanco, se sigue alegrando de los triunfos blanquiazules y no se pierde ninguno de los encuentros de los que fueron sus compañeros. Es algo que no se olvida en los alrededores de La Rosaleda y que la sabia afición local sabe apreciar como pocas.
Como también se recuerda por estos lares que Isco dejó una buena cantidad de millones de euros, 30 para ser exactos, en las arcas del club de Martiricos. Y eso que podía haber sido egoísta y no haber renovado meses antes su contrato a sabiendas de que en verano sería vendido. Si no hubiese firmado ese nuevo documento, el Málaga habría dejado de percibir por su venta 10 millones menos y él podría haber sacado un contrato más beneficioso en su nuevo club. Ahí demostró su cariño al club de su tierra, y que no dudó en abonar 6 millones para sacarlo del Valencia cuando aún no era nadie.
Y, por eso, como de bien nacidos es ser agradecidos, Isco será siempre bien recibido en casa. Eso sí, hoy que ni se le pase por la cabeza hacer sus habituales diabluras.