@SuarezRMarca | En la vida se podría comparar con las ya extintas MSN y BBC. No tiene tampoco el glamour de calificarla con siglas. Pero, a su nivel, el Málaga también tiene su particular tripleta. Sadiku, Antoñín y Adrián forman ese tridente que se ha convertido en indispensable para el conjunto blanquiazul, tan necesitado de poder ofensivo y de goles en el campo como de dinero en las oficinas.
Entre los tres han anotado 10 de los 14 tantos que suman en Liga. Sadiku, después de anotar de penalti ante el Elche el pasado domingo es el Pichichi del equipo con 4. Adrián, ausente por lesión desde hace dos partidos, y Antoñín, que logró el 3-3 contra los ilicitanos, se quedan en 3. Los otros cuatro llevan la firma de Cifu, Lombán, Mikel Villanueva y Pacheco.
No son grandes cifras absolutas las del tridente malaguista después de 17 jornadas, pero su influencia se refleja viendo que marcan el 71,4 % de los goles del conjunto de Víctor. Sólo han compartido, eso sí, 250 minutos simultáneamente sobre el verde, en los que han anotado cuatro goles, dos Sadiku y dos Antoñín.
El joven canterano, de 19 años, tuvo que esperar a la séptima jornada para debutar, el 21 de septiembre en la derrota ante al Albacete. Y no fue hasta la undécima, en el derbi frente al Cádiz -otra derrota-, cuando se estrenó como goleador. Después, marcó en la victoria ante el Oviedo y en el empate contra el Elche. Todos en La Rosaleda.
Sadiku, por su parte, llegó con la temporada ya iniciada el último día del mercado. Se estrenó como blanquiazul frente al Girona y celebró su primer balón a las mallas contrarias en el duelo con el Mirandés. Zaragoza, Deportivo y Elche han sido sus otras víctimas. Siempre que él marca, el Málaga no pierde.
Lo mismo que sucede cuando perfora las metas contrarias Adrián. El capitán tuvo que jugar como ariete en el comienzo del campeonato y ahí, en Santander, estrenó su cuenta. También marcó el siguiente fin de semana, contra Las Palmas, y cerró momentáneamente su cuenta ante el Oviedo.