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EL SEGUNDO PEOR ARRANQUE DE LA HISTORIA

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El actual Málaga

@JuanjeFernandez | El Málaga CF, con su derrota en Cornellá, ha firmado el segundo peor arranque de su historia reciente en Primera División. A los de Gracia solo le superan negativamente el Málaga de Muñiz que certificó su permanencia en la máxima categoría con tan solo 37 puntos y tras un empate en la última jornada ante el Real Madrid. Aquel equipo era colista en la jornada 12 de Liga y tenía 7 puntos en su haber, dos menos que los que ha cosechado el conjunto blanquiazul del navarro en esta presente campaña.

 

Comenzamos este viaje en la historia blanquiazul yéndonos a la temporada 1999-2000. El Málaga había regresado de entre los muertos tras un viaje de diez años por el desierto, en el que los malaguistas llegaron a competir hasta en dos ocasiones en Tercera División. Aquella temporada, los blanquiazules se situaban en 13º posición tras doce jornadas disputadas, 15 puntos ya sumados y un margen de siete sobre el descenso. En aquel día, los malaguistas golearon al Oviedo por 4-0 en un partido en el que Catanha consiguió un hat trick. Curiosamente, en frente estuvo su sucesor, un tal Dely Valdés.

 

 

Al año siguiente, todavía con Joaquín Peiró en el banquillo, los malaguistas repitieron hazaña. 13º de nuevo con 15 puntos. Esa jornada, el Málaga goleaba en casa al Alavés por un cómodo 3-1 en el que ya brillaba la doble D, Darío Silva y Dely Valdés. Los blanquiazules finalizaron la temporada en octava posición, rozando Europa, un preludio de lo que vendría la temporada siguiente, la de la clasificación para la Intertoto.

 

En la 2001-2002 el Málaga ya estaba totalmente asentado en Primera. Los blanquiazules practicaban un fútbol vertiginoso y de calidad que era ya reconocido en España entera. Partidos de ida y vuelta y remontadas de un bando y de otro eran el sello del espectáculo que de nuevo proponía Peiró desde el banquillo. Aquella temporada, los blanquiazules sufrieron más de la cuenta en el inicio. Tras perder en la jornada 12 por 3-0 en Vallecas, se colocaban en 17ª posición, eso sí con 13 puntos, cuatro más que el actual Málaga. Aquel año los de Martiricos acabaron décimos y se clasificaron para la UEFA Cup vía Intertoto, el mayor éxito del club hasta aquella fecha.

 

 

Luchando en tres competiciones a la vez, el Málaga no se achicó. En la 2002-2003 los de Peiró firmaron un arranque de lujo y tras doce jornadas disputadas eran novenos con 17 puntos. Aquella temporada sería la última de Joaquín Peiró y la despedida de un montón de cracks como Sandro, Dely, Roteta o Darío Silva, que hicieron historia vistiendo la camiseta blanquiazul. Al final, el Málaga acabó 13º y dio pasó al principio del final de una era.

 

El cambio en el banquillo no fue tan malo. Juande Ramos tomó las riendas del club y el Málaga llegó a la jornada doce con los mismos puntos que el año anterior. Había sido una temporada de cambios en todas las zonas del campo, pero el conjunto malaguista no se resintió tanto como se esperaba. Aquel Málaga fue capaz de endosar un 5-1 al Barça en La Rosaleda con un Salva Ballesta que hizo olvidar pronto a sus antecesores. Una racha de seis derrotas consecutivas en la segunda vuelta frenó las ilusiones de la afición, que se tuvo que conformar con un décimo puesto al final de la temporada. Juande se iba y al Málaga le quedaba ya poco en Primera, era el 2004.

 

 

La 2004-2005 fue la del susto que precedió al descenso. Salva Ballesta se marchó, porque estaba cedido, y a Juande le sustituyó un tal Gregorio Manzano que, por aquel entonces era el entrenador modesto de moda en Primera. El jiennense tuvo un comienzo irregular pues en la jornada doce era 16º con tan solo 12 puntos. La Rosaleda empezaba a perder la paciencia con el entrenador, que acabó siendo despedido jornadas después. Le sustituyó Antonio Tapia. El cordobés, afincado en Mijas, contó con el apoyo de Juan Rodríguez y Baiano, canterano y fichaje, para dar la vuelta a una situación que por enero pintaba mal. Al final, permanencia holgada con cincuenta puntos.

 

La directiva jugó con fuego un año más y volvió a desmantelar la plantilla, quizás les suene la historia. Tapia cogió a un grupo de canteranos con dos o tres fichajes de poco renombre y con, posiblemente, una de las peores delanteras de la historia del club, al menos en cuanto a números, formada por Chengue Morales y Pablo Couñago. En la jornada doce el equipo aún se mantenía a flote y era 12º con 15 puntos. Pero la cosa se torció y tras dos partidos de la segunda vuelta, y ya como colista, Tapia fue cesado de su cargo. Cogió las riendas Manolo Hierro, que fue solo capaz de ganar uno de los diecisiete partidos restantes y el conjunto blanquiazul bajó a Segunda con la segunda peor cifra de puntos de la historia de la Liga, 24.

 

 

Tras dos años predicando en el pozo de la División de Plata, el regreso blanquiazul fue por todo lo alto. Los malaguistas casi rozan la UEFA en la 2008-09 de nuevo con Tapia en el banquillo. En la jornada doce y tras un arranque goleador nefasto, solo superado por el del actual Málaga de Gracia, los blanquiazules eran décimos con 15 puntos. El equipo acabó octavo y firmó una de las temporadas con mejor fútbol practicado de su historia. Y con un juego en corto que solo estaba por debajo del incipiente estilo que comenzaba a realizar el Barça de Guardiola.

 

En la 2009-2010 Muñiz tomó el mando de la nave tras haber conseguido el ascenso dos temporadas atrás. Con la plantilla más justa de efectivos su historia, el Málaga solo fue capaz de ganar siete partidos en toda la temporada. En la jornada doce, los malaguistas eran colistas con tan solo 7 puntos, era el peor arranque de la historia moderna del club. Un milagro en la última jornada, ante el Real Madrid, bastó para que los muebles se salvaran y para dar paso a la época de oro en Martiricos, la llegada de Al-Thani.

 

 

Solo el primero de los tres siguientes años fue de sufrimiento. Jesualdo Ferreira fue nombrado entrenador en junio y destituido en octubre. Su mal arranque fue un lastre para toda la temporada y el Málaga llegó a la jornada 12, ya con Manuel Pellegrini en el banquillo, con 10 puntos situado en la 17ª plaza. Curiosamente aquel marzo de 2011 el Málaga se situó como colista por última vez en su historia, algo que ha vuelto a suceder en la actualidad. El equipo, gracias a un final de temporada colosal, consiguió la permanencia con dos jornadas de antelación y los dos años siguientes ni rozó el descenso.

 

 

 

Tras la marcha de Pellegrini llegó Schuster y el Málaga volvió a la realidad de toda su historia. Sin inversión, el equipo se rodeó de buenos canteranos y de algunos de los retales de los maravillosos años anteriores. El técnico alemán firmó un inicio sobresaltado con 13 puntos en doce partidos que le mantenían en 12º lugar. Aquella jornada Schuster salvó un match-ball en La Rosaleda gracias a un postrero tanto de Samu García en la victoria 3-2 ante el Betis.

                                                                

Y por fin llegamos a la temporada pasada. Gracia, fíjense lo que es la vida, firmó el mejor arranque liguero en la historia del club superando los registros del Málaga de Champions. 21 puntos en doce partidos y una sexta plaza que invitaba a soñar. Al final, todo se desmoronó en una segunda vuelta nefasta que parecía anunciar lo que venía. Es, quizás, el flotador del navarro a estas alturas, aquel comienzo de temporada, y también su peor enemigo, un espejo al que ni por asomo llegará este año.

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