@SuarezRMarca | El Málaga no puede competir económicamente con los clubes grandes, pero sí tiene otros valores que algunos futbolistas valoran mucho. Y esa parcela sentimental, el cariño de una afición, la calidad de vida de la ciudad, un status importante garantizado en el equipo son los argumentos que los blanquiazules están utilizando con Sandro Ramírez para convencerle de su regreso.
Su temporada en la Premier está siendo pésima. Con Ronald Koeman, su valedor, empezó jugando pero enseguida pasó al banquillo. Con su sustituto, Sam Allardyce, ya no va ni convocado. Y sus opciones de jugar el Mundial de Rusia, que las tenía tras su gran temporada en el Málaga, prácticamente han desaparecido.
Es por ello que Sandro quiere regresar en enero a España. El Valencia es el club que más había publicitado su interés, pero el Málaga ha hecho un trabajo en silencio, convenciéndole de la idoneidad de regresar a un equipo en el que ya tendría el camino hecho con Míchel.
El técnico madrileño estuvo a punto de convencerle para que se quedara y Sandro estaba dispuesto a rechazar las astronómicas cantidades que le ofrecían para jugar un año más a sus órdenes. Pero finalmente pudo más don dinero y el canario se terminó marchando, decisión de la que ahora se arrepiente.
El acercamiento ya se ha producido, las conversaciones también y desde el Málaga se le va a esperar hasta el final del mercado a sabiendas de que hay muchos equipos con mayor potencial llamando a su puerta. Pero lo mismo ahora se decide Sandro por la parte sentimental y deportiva. Y ahí es donde reside la esperanza del club de La Rosaleda.
