ANTONIO J. MERCHÁN | Una vez que el propio Schuster desveló que no seguirá en el Málaga, y a la espera de hacerse oficial ese secreto a voces, en los despachos de la dirección deportiva de La Rosaleda se sigue trabajando en la terna de candidatos a suplir al alemán.
En esa primera línea, el gran candidato sigue siendo Paco Jémez, el actual entrenador del Rayo Vallecano, pero que tiene contrato en vigor. Evidentemente, el Málaga no va a pagar su cláusula de rescisión de 6 millones de euros, por lo que el cordobés debería forzar su salida de Vallecas para poder firmar por los blanquiazules.
Por si acaso, en la lista de Husillos hay más nombres, unos más factibles y otros mucho menos. Difícil pero no imposible es el del Tata Martino. El argentino, que está a una victoria de conquistar la Liga con el Barcelona, sabe que no va a continuar en Can Barça. Ya estuvo muy cerca de venirse al Málaga y sólo la palabra que le había dado al presidente de Newells de continuar hasta que el equipo quedase fuera de la Libertadores impidió su llegada a Martiricos. Después, la desgraciada recaída del ya fallecido Tito Vilanova, impulsó a los azulgrana a contratarlo. De momento, no ha habido oferta alguna por él, pero el Málaga sí ha vuelto a tantear a su entorno para ver si estaría dispuesto a apostar por este proyecto en el que tendría manos libres para hacer y deshacer a su antojo.
Al nombre de Paco Jémez y el Tata Martino, se le une el de Javier Aguirre, que tiene difícil su continuidad en el Espanyol, así como Manolo Jiménez y Eusebio Sacristán, que quiere dar el salto a Primera tras una gran campaña con el filial del Barcelona. Hay más candidatos, pero estos ocupan un lugar destacado en la lista de deseables para sustituir a Schuster en el banquillo malacitano.
