@SuarezRMarca | ¡Sálvese quien pueda! Ese parece ser el grito en el seno del Málaga dentro del caos organizativo e institucional en el que se ha convertido la entidad malacitana. Cada uno de los altos ejecutivos parece más interesado en limpiar su imagen que en arreglar la del propio club. Así ha ocurrido, por ejemplo, con el capítulo que protagonizó ayer José Luis Pérez Caminero.
El director deportivo quiso, por fin, comparecer públicamente para explicar todo lo sucedido durante el mercado de fichajes. Su pretensión era, además, como le indicó a su entorno, no dejar títere con cabeza y culpar a Al Thani de gran parte de lo sucedido. El propio Caminero, esto es lo sospechoso, quiso asegurarse de que el jeque supiera sus intenciones. De ahí que el dirigente catarí, al enterarse de que iba a hablar mal de él, le prohibiese dar esa rueda de prensa en las instalaciones de La Rosaleda o en otras del club. La podría haber dado, si realmente quisiera ofrecer sus justificaciones, en cualquier otro lugar o medio, pero se ha escudado en el no del presidente.
Y a todo esto, para meterle más salsa al asunto, el Málaga emitió un comunicado en horario nocturno para señalar que se retrasaba esa rueda de prensa -que desde el club no se había convocado oficialmente- y que próximamente se realizaría para “explicar las medidas que van a ser adoptadas de inmediato”.
En ellas, y según ha podido saber Radio Marca Málaga, está la de nombrar, años después, a un director general para que imponga orden interno, reestructure la plantilla no deportiva y dé forma a un proyecto que ahora mismo va como un barco a la deriva sin que nadie sea capaz de achicar agua porque parecen estar más preocupados de salvarse a sí mismos que de ayudar a la sociedad que les paga.