@JuanjeFernandez || Lo que el VAR te da, el VAR no te lo puede dar. Es la idea con la que se marcha el Málaga del Carlos Tartiere. Un partido donde el vídeoarbitraje tuvo mucho trabajo durante los 90 minutos. El gol malaguista llegó tras una acción en la que Ortiz Arias tuvo que ayudarse de la visión extra de Vicandi Garrido, el colegiado encargado de estar en Las Rozas al mando del VAR. Las manos de Javi Mier fueron claras y Sadiku no perdonó desde los once metros para conseguir las tablas en el marcador, pero pudo haber más lío en el tiempo de añadido.
Los jugadores malaguistas protestaron otra acción polémica en los minutos finales del choque. Un disparo de Antoñín se encontró con la mano de Bolaño, que venía abrirle la ceja a Sadiku. El canterano fue el que más protestó la acción. La repetición ofrecía que la bola había golpeado el brazo del defensor asturiano, pero el árbitro tras un minuto de consulta, decidió que el partido siguiese su curso y que el delantero albanés no tuviese opciones de ampliar su cuenta goleadora que ya asciende a ocho tantos.
