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@JuanjeFernandez || Tenía que ocurrir tarde o temprano. El Málaga, que sigue sin ganar lejos de La Rosaleda, ofreció su mejor versión lejos de Martiricos gracias a un gran partido colectivo donde brilló por encima de todos un Pablo Fornals que abrió y cerró el choque con dos buenos goles. Que fue el mejor partido que los blanquizules han jugado fuera de casa este curso no es solo una opinión con la que se ha levantado todo el malaguismo esta lluviosa mañana de lunes. Son datos como los disparos a puerta, la cantidad de pases con éxito o la posesión los que refrendan el buen choque malagueño. Los blanquiazules, que acumulan dos partidos sin perder en dos campos muy complicados como el Camp Nou y Mestalla, firmaron una gran actuación que volvió a quedar empañada por la fragilidad defensiva de los de Juande.
Quizás fue el hecho de ir por detrás en el marcador o que el Valencia renunciase a atacar a partir del minuto 65 de partido, pero el Málaga acumuló un 62% de posesión en la capital del Turia. Se trata del partido con más balón del que han gozado los malaguistas esta temporada jugando como visitante. La posesión no es determinante, pero el propio Juande Ramos reconoció que “tener la pelota nos ayudó a generar las ocasiones necesarias para poder empatar los dos goles que consiguieron ellos en la primera parte”.
Se trata de la segunda vez en toda la temporada en la que los de Juande consiguen tener más tiempo la pelota que el rival, hablamos siempre de los números lejos de la Costa del Sol. Los blanquiazules solo superaron al Alavés en Mendizorroza y en algunos choques se le regaló el esférico al rival como en el Camp Nou o el estadio de Gran Canarias frente a Las Palmas. La versión vista ayer sobre el campo valencianista se acerca mucho a la que el equipo ofreció allá por el mes de julio en pretemporada.
Camacho lanza un balón a campo rival // LFP