EL LIDERATO SE ESCAPA EN EL ÚLTIMO SEGUNDO (2-2)

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Juanpi impacta con el balón para marcar el gol del Málaga || laliga.es

@SuarezRMarca | El fútbol siempre es agradecido. Da igual que dos equipos apenas hayan pisado el área contraria, que hayan maltratado al balón, que hayan renunciado a disparar a portería, perdidos en un sinfín de pases inconexos, de errores infantiles en pases en corto. Al final, encuentra la forma de que los aficionados se emocionen, vibren, disfruten e incluso se decepcionen con los suyos. Porque decepcionados acabaron Sporting y Málaga. Los primeros, porque un empate, aunque sea en el último segundo, no les sirve de mucho; los segundos, porque dejaron escapar el liderato en ese último suspiro cuando ya acariciaban la victoria a domicilio más de dos meses después.

 

La primera parte en El Molinón fue insulsa, tediosa, monótona y un insulto al fútbol ofensivo por parte de sportinguistas y malaguistas que lucharon contra la intensa lluvia y un terreno demasiado rápido para lo que ambos querían y podían proponer. Sólo un disparo de Juanpi en un rechace de una falta lanzada por Pacheco se puede rescatar de ese primer acto. Quedó más claro todavía -si es que no lo estaba aún- que el doble pivote Boulahroud-Lacen no está hecho para crear juego, virtud que tampoco tiene el centro del campo rojiblanco. Y por las bandas tampoco hubo demasiada profundidad. Sólo Koné dio pistas del talento que tiene en una acción en la que firmó un regate imposible para encarar la portería de Mariño. Sin embargo, conforme avanzaba metros se iba cerrando más hasta que llegó al área pequeña ya sin ángulo para aprovechar su genial acción.

 

El Sporting apenas existía en ataque. La situación que viven los asturianos, con Baraja muy discutido en el banquillo tras más de un mes sin conseguir la victoria, hizo que no se atrevieran a proponer otro fútbol. Les podía la presión y se notaba tanto que Munir sólo tuvo que intervenir en un par de salidas, aburrido como estaba bajo los tres palos.

 

La segunda mitad comenzó con el Sporting pidiendo penalty por una agarrón que acabó en involuntario manotazo de Lombán a Djurdjevic cuando el central intentaba despejar un balón en su área. Los locales salieron con más ímpetu, con líneas y presión más adelantadas que dificultaban la salida de balón a los de Muñiz. La posesión era rojiblanca y el Málaga no encontraba la forma de alejarse de su propia área. Su primer aproximación a los dominios de Mariño fueron más que tímidos, con un remate sin fe de Iván Rodríguez desde la frontal que salió rebotado y llegó debilitado al meta rival.

 

Había transcurrido ya una hora de partido y los bostezos seguían siendo los protagonistas del choque hasta que un gratuito manotazo de Álex Pérez a Juanpi fue considerado penalty por Sagués Ozcoz, muy cerca de la jugada. La pena máxima la lanzó Blanco Leschuk al palo derecho de Mariño con la suerte de que el balón salió rebotado a donde estaba Juanpi Añor, que se lanzó a rematar como si la vida le fuera en ello. Parecía que el portero llegaría a despejar pero la rapidez del césped por la lluvia hizo que sacara la pelota una vez rebasada la línea de gol. Protestaron los gijoneses pero el tanto, que fue claro, subió al marcador.

 

Ni 10 minutos le duró la alegría al Málaga. El colegiado no las tenía todas consigo y pitó como penalty un contacto entre Koné y Carmona sin que el balón andara por la zona. El propio Carmona transformó sin dudar la pena máxima ante las protestas blanquiazules.

 

Movió el banquillo Muñiz y la jugada le salió maestra. Renato Santos, en su primer balón, disparó pegado al palo, obligando a Mariño a hacer una gran estirada. El rechace en corto lo capturó Blanco Leschuk, que buscó portería pero encontró a un defensor con la suerte para Koné de que el balón le llegó al segundo palo para empujarlo a puerta vacía.

 

En un cuarto de hora, del 65 al 80, sucedió todo lo que no había pasado en el resto del encuentro. Pero aún había para más. Porque cuando el Málaga ya acariciaba el triunfo, cuando el colegiado ya asomaba a su boca el silbato para el final del choque, apareció Neftali para ganar la posición a Pau Torres, ganar línea de fondo y dar el pase de la muerte que Carmona, otra vez él, no desperdició. El gol coincidió con el final del encuentro y con una monumental pitada a los suyos de la mareona de El Molinón. Pero el que realmente acabó con el sabor a derrota fue un Málaga que dejó de sumar dos puntos que le hubieran dado el liderato y que da muestras de una preocupante endeblez defensiva lejos de su estadio.

 

SPORTING: Mariño; Molinero (Geraldes, 73'), Babín, Noblejas, Álex Pérez; Hernán, Cristian Salvador; Isma Cerro (Robin Lod, 81'), Pablo Pérez (Neftali, 73'), Carmona; Djurdjevic.

 

MÁLAGA: Munir; Iván Rodríguez, Lombán, Pau Torres, Diego González; Juanpi, Boulahroud (Keidi Baré, 89'), Lacen, Pacheco (Renato Santos, 75'); Koné (Héctor Hernández, 85'), Blanco Leschuk.

 

GOL: 0-1, min. 65: Blanco Leschuk tira un penalty al palo, el rechace llega a Juanpi quien de primeras y con la derecha se tira al remate, sacando el balón Mariño desde dentro de la portería. 

 

1-1, min. 75: Carmona marca de penalty tras una más que dudoso empujón de Koné al propio Carmona. 

 

1-2, min. 80: Renato dispara, rechaza Mariño, Blanco captura el balón y dispara tocando en un defensor para que el balón le llegue a Koné que marca en el segundo palo casi a puerta vacía. 

 

2-2, min. 93: Neftali gana la posición a Pau Torres y da el pase de la muerte a Carmona, que marca a placer.