@CesarRadioMARCA | San Valentín es del Espanyol. Al menos así lo demostró en La Rosaleda cuando lanzó sus flechas de amor a Álvaro y a Sergio García para que marcasen los dos goles de la victoria en los dos únicos remates a la portería de Kameni. Esa efectividad fue la clave para un triunfo que pudo cambiar de rumbo si Amrabat hubiera acertado el penalty que tuvo con 0-1 en el marcador, y que dejó con uno menos a los visitantes.
El holandés de origen marroquí está gafado. Desaparecido como delantero centro, se encontró más cómodo cuando Javi Guerra entró al campo. Sin embargo, todos sus intentos se estrellaban contra la bien situada defensa espanyolista. Cuando Colotto hizo de Casilla para evitar el tanto de Javi Guerra, el 2 blanquiazul no lo dudó. Tan claro lo tenía que Casilla le leyó la intención y despejó la pena máxima.
Era el minuto 83 y aunque el Málaga siguió intentándolo fue el Espanyol el que tuvo un premio inmerecido por su escasa ambición. Con los locales volcados en ataque, Sergio García habilitó con un engaño a Lucas y este le devolvió el favor para batir a Kameni. El camerunés, en su intento por evitar el tanto, golpeó a Sergio que acabó el encuentro con la rodilla dolorida.
Antes, tanto en la primera mitad como más aún en la segunda, el Málaga llevó el peso, tuvo más ocasiones, pero se le apagaban todas las luces en cuanto se acercaba a Casilla. Fue un querer y no poder, un amor no correspondido el de los de Gracia con el gol. Y no es la primera vez en los últimos tiempos. Mucho tendrán que mejorar en el acierto rematador si no quieren perder la cómoda ventaja que aún mantienen con la séptima plaza. El Espanyol aprieta.
