@JuanjeFernandez || El Málaga camina cada vez por el filo del precipicio de los play-offs. Con los resultados de la jornada 32 en LaLiga 1 2 3 todavía por saber, el equipo blanquiazul puede poner su hegemonía en juego, es el único conjunto que ha estado todas las jornadas en puestos que dan derecho a soñar con el ascenso, justo antes de la visita del próximo sábado a Los Cármenes. Una finalísima por los puesto de ascenso directo que le llega al equipo de Juan Ramón López Muñiz en un momento en el que fuera de casa acumula cuatro meses sin perder a la vez que solo lo ha hecho en uno de los últimos siete partidos como local.
El bucle comienza a ser peligroso para el cuadro boquerón. Los empates se suceden semana tras semana y ya son siete las tablas que han conseguido en los últimos diez partidos. La racha ha llevado al Málaga a perder su colchón de ventaja con los perseguidores con unos síntomas que se repiten semana tras semana en el juego de los costasoleños. La falta de gol, la escasa velocidad en el juego, caída del rendimiento defensivo y un problema físico que deja al Málaga sin gasolina en los minutos finales de los encuentros.
Ayer ante el Sporting se pudo comprobar todo y cada uno de estos puntos. El equipo pudo hacer hasta dos goles en los primeros quince minutos, acabó concediendo más ocasiones que ningún encuentro con hasta dos palos del equipo asturiano, no pudo sorprender cuando los rojiblancos estuvieron peor y acabó fundido con algunos jugadores sin poder tirar de sus botas en el correcalles del final del partido. Síntomas que se llevan repitiendo los últimos dos meses y que hacen que los aficionados malaguistas estén desmotivados con respecto al futuro.
