@JuanjeFernandez || El calendario malaguista se ha convertido en cuestión de análisis después del lío en el que se han metido los blanquiazules. A falta de trece partidos el descenso se ha situado a siete puntos y los enfrentamientos directos pueden marcar claramente el futuro del equipo en la competición. El en el club no existe excesiva preocupación por la situación, aunque es cierto que ya se analizan los futuros partidos y se hacen cuentas por la salvación. Todas las cuentas malaguistas pasan por intentar recuperar terreno en casa a la vez que se rompe la barrera psicológica lejos de La Rosaleda, donde los malaguistas no ganan desde marzo de 2016.
Athletic y Alavés son los dos próximos partidos del equipo de Marcelo Romero. Dos finales para el entrenador uruguayo que ya es consciente de la complejidad de su situación en el banquillo de Martiricos. San Mamés es una plaza muy complicada. El Athletic no está tan fuerte como en otras temporadas. Los de Valverde han pinchado en casa en algún partido y han quedado rápidamente eliminados de la Europa League. Una noticia positiva y una negativa para la visita de los blanquiazules. Lejos de la lucha por los puestos europeos, el Athletic deberá remar con fuerza para volver a su zona natural de las últimas temporadas.
El Alavés es uno de los equipos revelación. Los de Pellegrino han sido capaces de dar revolcones a equipos como Valencia, Atlético o Barça, al que ganó en el propio Camp Nou. Su visita a La Rosaleda no es la más apetecible. Los vitorianos son de los menos goleados de la Liga y su defensa se ha hechos inexpugnable para las grandes y millonarias delantera del campeonato. Un partido complicado y trampa antes de empezar la recta final. Esa que llevará al Málaga a jugárselo todo en los campos de los de abajo y recibir a los candidatos al título en casa.
