@Pedromartinper | Dura derrota por cómo se produjo. Se luchó, se entregaron hasta el pitido final, pero la suerte -o eficacia- no está de parte del Málaga, que no sabe aún lo que es ganar en casa. Con este 1-2, los blanquiazules dormirán una semana más en los puestos de descenso. Todo lo contrario que el Cádiz, que cada vez pinta más de oro a la Tacita de Plata.
Una alineación de circunstancias y como parche a las ausencias en la lista de convocados por parte de los blanquiazules. Sobre el papel, con cinco defensas y tres centrocampistas de corte defensivo –Rolón, Benkhemassa y Boulahroud-, Víctor sacó en liza el equipo más rocoso de los disponibles para el derbi. Por el contario, Cervera introdujo, en un 4-4-2, a los futbolistas más atacantes de los amarillos, con Perea y Salvi por bandas, y Nano junto con el `Choco´ Lozano como pareja para hacer diabluras.
Y no tardaron en llegar. En el minuto seis, el `Choco´ Lozano avisó con un cabezazo ajustado al palo en la que Kellyan, después de una maravillosa estirada, consiguió salvar el tanto de los amarillos. Era el primer toque de campana, aunque se tardó mucho más en ver la segunda ocasión de peligro. Quizás por la inoperancia del Málaga en ataque, con jugadores como Rolón y Boulahroud que fueron dos fantasmas en la medular, escondidos entre los rivales para no recibir balón.
Tal es el caso que el argentino vio la amarilla tras una dura entrada después de un mal control, uno de muchos. Y el Cádiz, mientras, encantado de la vida. No tuvo que defender, puesto que le bastó con posicionarse correctamente con dos líneas de cuatro por detrás del balón, y claro, sin hombres de calidad como Juanpi o Keidi, superar la presión se antojaba más que complicado. Y en un partido tan táctico por parte de los de Cervera, los contragolpes eran dosis de medicina para los gaditanos.
Pasada la media hora, y en una rápida transición, Salvi, a la vera del córner, crucificó y arrodilló a Cristo, al que dejó hecho como su propio nombre, para después poner una asistencia de lujo al `Choco´ Lozano, que el broche de oro a la acción de su compañero. Así, y con el tanto del `Choco´, al Málaga se le esfumaban las reales opciones de llevarse los tres puntos. Pero quedaba una segunda mitad por delante en la que podía pasar de todo, pero ya con los rivales con el encuentro en su terreno.
Víctor reaccionó tras el descanso, dándole entrada a Cifu. Obviamente, el que salió fue Rolón. Casualidad o no, el Málaga mejoró, y saltó al césped con una marcha más que los visitantes. Sadiku tuvo la más clara de cabeza, pero salió el disparo desviado. Al menos, el miedo comenzaba a adueñarse del Cádiz. Un minuto más tarde, el que probaría, por doble partida, fue Keko Gontán, aunque sin premio alguno. Cervera no tardaría en mover fichas para poner el candado atrás, y colocó a Edu Ramos en la medular para poseer de más contención.
En el minuto 73’ y con el Cádiz intentando dormir el encuentro, el Cádiz noqueó y mandó a la lona al Málaga en otra contra más. Una cadena de errores, aprovechada por Caye después de sentar a Diego González, terminó con el segundo de los amarillos y con las posibilidades de remontada de los locales, sumergidos en una pesadilla continua. Pero en el fútbol, hasta que no se pita, siempre existe un hilo de esperanza. En el 86’, Keko puso un maravilloso centro al área para que el canterano Antoñín, que había perdonado minutos antes, rematase, por fin, al fondo de la red, reduciendo así diferencias en el marcador. El empate estuvo más cerca de lo que parecía, después de un larguero por parte de Keko, pero la épica no llegó a La Rosaleda.
