@SuarezRMarca | La cantera del Málaga comenzó la temporada 18/19 con la mejor de las perspectivas. El filial, después del cambio de timón que Antonio Tapia dio con su apuesta por Dely Valdés en perjuicio de Manel Ruano, había subido a 2ªB tras una década de infructuosos intentos. El Juvenil A venía de ser campeón de Liga al superar al Betis por dos puntos y con el San Félix -equipo vinculado con muchos juveniles de primer año- en un sorprendente tercer lugar y llegando a jugar las semifinales de la Copa ante el Real Madrid, lo que garantizaba una buena camada de canteranos con opciones de seguir creciendo tanto en el filial como en la categoría.
Pero todo se empezó a torcer después de la dimisión de Tapia por motivos personales. La búsqueda de un sustituto se alargó demasiado en el tiempo y aunque el técnico fuengiroleño dejó un plan de ruta marcado para que la transición fuera lo más fácil posible, en cuanto se nombró a Rafa Gil todo se fue al traste. Lo primero que hizo el de Tolox fue dejar hacer a Dely Valdés en el Malagueño y el resultado fue desastroso. Si bien es cierto que futbolistas como Iván Rodríguez, Mula o Harper, con ficha del filial aunque a todos los efectos del primer equipo, limitaban el número de inscripciones del segundo equipo, no es menos verdad que había de dónde tirar después de la gran temporada realizada por los juveniles y del regreso de algunos cedidos.
Sin embargo, la criba que hubo que realizar para los descartes no pudo ser más desafortunada, pues se quedaron fuera jugadores de enorme calidad y con experiencia en la categoría de bronce como Kuki Zalazar, Escardó, Clavería o Abeledo, entre otros, a quienes Tapia había dejado atados a la espera sólo de firmar el contrato. Para mayor incomprensión, se dejó sin dorsal a canteranos que venían empujando fuerte como Rodrigo Zalazar -internacional sub20 con Uruguay- o Alejandro Meléndez, dejando sólo a un lateral zurdo en el equipo, Alberto, que por tener 23 años, si subía al primer equipo, ya no podía bajar al filial.
"O renuevas o no juegas"
Para probar la incongruencia de la política de cantera llevada a cabo por Rafa Gil, y con el beneplácito del gerente de la Academia, José Luis Ruiz, mientras se les impedía jugar por carecer de ficha federativa, se les ofreció a estos canteranos renovar sus contratos un año más con la promesa -como si necesitaran ayuda- de cederlos a equipos de Tercera. Algo a lo que se han negado en varias ocasiones ante el trato vejatorio que han recibido -ni siquiera les dejan entrenar con sus compañeros- y por lo que en el mercado invernal no sólo les volvieron a dejar sin dorsal sino que les cerraron la puerta de salida. Meléndez, por ejemplo, lo tenía hecho con el Valencia Mestalla pero no hubo forma de que el Málaga diera su brazo a torcer. Así que ni les permitían jugar ni tampoco salir a no ser que renovasen su vinculación, que finaliza este 30 de junio.
En una situación similar se encuentra la gran promesa en la portería española, Álvaro Fernández. Titular en todas las categorías inferiores de la selección, el madrileño, de 19 años, ha perdido su privilegiado puesto en la sub19 por no jugar en el Málaga. Y todo porque la oferta de renovación que le presentaron, muy a la baja, fue rechazada a principios de campaña. Desde entonces, Álvaro, que sí tiene ficha juvenil, no ha podido defender el marco blanquiazul. Sólo dos partidos, uno en División de Honor y unos minutos en Segunda B, es su bagaje esta campaña. Santi Denia ha seguido convocándole en la selección, pero ya como suplente.
Los resultados de la cantera, de mal en peor
Ya en la recta final de la 18/19, los resultados no han hecho sino confirmar el declive de una cantera que, además, ha vuelto a ver retrasada sine dine la construcción de la Academia en Arraijanal. Otro desastre de gran envergadura. El Malagueño está con pie y medio en Tercera después de haber fichado en invierno a veteranos que no han mejorado lo que había y que han bloqueado la progresión y la acumulación de experiencia de los más jóvenes; el Juvenil A, dirigido por Francis Bravo, va cuarto a 11 puntos del líder, el Sevilla, y por detrás del Granada y del Betis; hasta el Juvenil de Liga Nacional anda segundo en su Liga.
Un desastre que con total seguridad hará llegar a un nuevo responsable de cantera que intente poner fin al despropósito que en esta se ha realizado.
