@SuarezRMarca | Emocionado, rodeado de su familia y amigos más cercanos, aguantando las lágrimas que luchaban por brotar de sus ojos, y agradecido, muy agradecido. Así ha dicho hasta luego al Málaga y a Málaga Ignacio Camacho, todo un caballero del fútbol que deja huella en el club y en el malaguismo. Tanta que no se ha marchado y ya piensa en volver.
"Hoy es un día muy importante para mí y para mi familia por decir adiós a la que ha sido mi casa durante los últimos seis años y medio. Ha sido una decisión difícil. Vivo sentimientos enfrentados: ilusionado, por poder dar un giro a mi carrera y vivir una nueva experiencia; pero triste también porque acaba un ciclo en el que he sido muy feliz, donde he pasado los mejores años de mi vida". Así comenzó la carta que Camacho escribió con el corazón para intentar no olvidarse de nadie ni de nada.
"Desde el primer día me sentí muy identificado con el club y con la ciudad. Nunca olvidaré la Champions, ni mi convocatoria con la selección española, ni el orgullo por llevar el brazalete de capitán. Cuando llegué a Málaga apenas era un niño que ha tenido la oportunidad de crecer. Aquí he formado una familia, ha nacido mi hijo, malagueño y malaguista, al que sólo calmaba, y bien lo sabe mi mujer, el himno del Málaga", acertó a decir antes de continuar agradeciendo "la oportunidad de jugar aquí a la directiva, a Al Thani y a su familia, a los trabajadores del club, a los periodistas por su cariño y respeto; a los entrenadores y ayudantes, que me han hecho ser mejor futbolista y persona; a Gracia, por el que siento especial debilidad; a Míchel, en una etapa que ha sido corta pero intensa; al cuerpo médico, fisios, a mis pichitas, recuperadores… gracias por aguantarme y acogerme desde el primer día; y a mis compañeros, mis amigos, mis colegones, algunos confidentes míos, eso es lo mejor del fútbol, amigos que me llevo para toda la vida; y, por supuesto, a mi familia y a mi mujer, mi compañera de viaje, con la que junto a mi hijo damos un paso muy importante".
El último mensaje de Camacho ha sido para la afición. "Hemos disfrutado, sufrido, llorado, pero siempre hemos estado juntos. Gracias por vuestro aliento cada domingo, siempre hemos estado arropados por vosotros, gracias por las muestras de cariño", dijo antes de despedirse con una frase que resume todos sus sentimientos. "Se va un malaguista, pero esté donde esté el Málaga estará en mi corazón. Gracias por tanto. Volveré".
Que así sea. Muchas gracias, Camacho.