@CesarRadioMARCA | El día después de la tormenta ocurrida en Barcelona, y no precisamente en el terreno de juego, está transcurriendo con una calma tensa. El técnico, Javi Gracia, ya avisó a quien quisiera recoger el guante dentro del club, es decir, a Casado y a Husillos, que no quiere que le fichen a nadie de urgencia para suplir a Darder. Más que nada, porque se teme que le traigan un futbolista que no mejore lo que hay pero que le sirva a la directiva para guardarse las espaldas y luego poder decir “yo te traje un refuerzo pero tú no le has sacado provecho”. Gracia prefiere para eso contar con un canterano, como Fornals, por ejemplo, que tenga una opción real de progreso. Claro que si el chaval mejora, es posible que también se quede más pronto que tarde sin él.
El caso es que, aprovechando el partido del Atlético Malagueño, tanto Gracia como el binomio Casado-Husillos han estado en el campo de la Federación. Cada uno, eso sí, desde distinta posición. Y no sólo en cuanto a ubicación sino también en lo que respecta a intenciones. El navarro habrá tomado seguro buena nota de los jugadores que más le pueden ayudar en estos momentos o en un futuro a corto plazo. Falta hace porque sigue sin confiar en Espinho y Juanpi no termina de explotar. Además, Camacho, que también ha estado siguiendo a los canteranos malaguistas, continúa lesionado y aunque se le espera para septiembre, aún le quedará mucho para ser el internacional que todos conocemos.
Por cierto, que viendo al filial de Manel Ruano también han estado el anterior técnico, Salva Ballesta, y el ahora jugador del Villarreal Samu Castillejo.
