@SuarezRMarca | Las cláusulas de cesión obligatoria -siempre que un club de Primera se haga cargo de su ficha- que aparecen en los contratos de Jony, Michael Santos y Fede Ricca son un hándicap brutal para un Málaga que necesita ingresos como el ser humano oxígeno. Los dos primeros ya la ejecutaron la pasada temporada, mientras que el capitán prefirió quedarse en el equipo para luchar por devolverlo a Primera. Pero no se ha conseguido y ninguno de los tres contempla jugar en Segunda la próxima campaña.
El problema se acrecienta porque todos ellos entrarán en su último año de contrato, por lo que la sartén por el mango la tienen ellos. Pueden cumplir su última temporada en otro club que no pague nada al Málaga y, además, quedar gratis el año siguiente con el consiguiente beneficio que pueden sacar por llegar libres.
Por Jony, por quien el Alavés ya ofertó 2 millones en enero, se han interesado el propio conjunto vitoriano, además de la Lazio y el Valencia. Por Michael Santos, cuyo rendimiento en el Leganés no ha sido el esperado por las lesiones, está muy interesado el Santos Laguna mexicano, si bien su primera idea era y es la de continuar en Europa y, si es posible, en España. Sus agentes ya rechazaron el verano anterior una oferta de 3,5 millones del Copenhage por no ser una liga competitiva. El Málaga espera "ablandar el corazón" de ambos para recaudar traspasos que ayuden a no marcharse gratis. Qué menos que si se hizo un esfuerzo inversor en ellos en su día, al menos dejen algo de dinero en las arcas.
Con Ricca no hay dudas de su implicación y de que hará lo imposible por que haya cierta rentabilidad. Pero llegado el momento, no sólo depende del jugador sino del club que se interese por sus servicios. El Girona ya lo quiso en diciembre. Y hay varios conjuntos de la zona media de Primera que ya han preguntado por sus condiciones.
