@SuarezRMarca | Seis derrotas en siete partidos, cinco encuentros sin anotar un gol, 16 goles encajados y con Roberto siendo el mejor día sí y día también. Así no se puede seguir. El Málaga va camino de un infierno al que le ha conducido por encima de todas las cosas la racanería de su propietario a la hora de fichar en verano. El problema no es Míchel, aunque él también se equivoque. Pero de donde no hay no se puede sacar. Y la falta de calidad es abrumadoramente vergonzosa. Algo que se vio reflejado en el derby ante el Sevilla.
Porque en el Pizjuán el Málaga jugó a lo único que puede ahora mismo. Cualquier cosa que no sea encerrarse en su área y rezar a la contra sería prácticamente un suicidio. Jugar de tú a tú al rival, se llame como se llame, es aegurar una derrota, como se vio ante el Eibar, Girona, Las Palmas, Atlético, Valencia y ahora también el Sevilla.
El objetivo de Míchel en la primera parte era claro. Alimentar a sus chicos de confianza. Aumentarla después del subidón ante el Athletic. Con un 0-0 bastaba. Y a fe que lo consiguieron. Aunque se perdiera a Ricca en la batalla por una lesión muscular, los blanquiazules, primero con cinco y luego con cuatro defensas, impidieron a los de Berizzo penetrar su zaga. Sin espacios ni huecos, al Sevilla se le hizo de noche cada vez que intentaba asomarse a los dominios de Roberto. En ataque, lógicamente, era otro cantar. Con tantos jugadores implicados en defender, Mula y Rolan fueron insuficientes para llevar peligro a Soria. Sólo una vez, a disparo lejano del canterano, tuvo que intervenir el cancerbero hispalense, novedad en el once.
En la segunda mitad, un arranque de furia de Recio pareció escribir otro guión, mas sus compañeros no le acompañaron. Y, claro, tanto va el cántaro a la fuente… que en una acción de Correa en el interior del área, se tocó con Rosales y el colegiado pitó penalty. Banega lo ejecutó y abrió el marcador a pesar de la buena estirada de Roberto.
Aún quedaba tiempo para levantarse, pero lo estropeó Rolón apenas un par de minutos después. El argentino le regaló la pelota a Muriel en el centro del campo y el colombiano tiró de potencia dejando atrás hasta a cuatro rivales para plantarse solito ante el portero y sentenciar el choque. Porque lo sentenció. A pesar de la entrada de Peñaranda y de Keko, no hacía falta esperar hasta el final de la película para conocer el desenlace.
No hubo milagro porque no hay de donde sacar nada. 1 punto de 21 posibles dejan claro que si el Málaga está tan abajo es por deméritos propios. Así no se puede seguir.
SEVILLA: Soria; Mercado, Kjaer, Lenglet, Escudero; Khron-Dehli (N'Zonzi, 83'), Pizarro; Jesús Navas, Franco Vázquez (Banega, 57'), Correa (Nolito, 68'); Luis Muriel.
MÁLAGA: Roberto; Rosales, Baysse, Torres, Ricca (Juanpi, 25'), Juankar; Recio, Rolón (Peñaranda, 73'), Adrián; Mula (Keko, 75'), Rolan.
GOLES:
1-0, min. 68: Penalty que el colegiado pita a Rosales sobre Correa. Banega tira ajustado al palo izquierdo de Roberto, que adivinó pero no llegó. .
2-0, min. 70: Luis Muriel aprovecha un error en un pase rival, se va en velocidad y con potencia y bate a Roberto en su salida.
