@SuarezRMarca | Las dificultades con las que se encuentra el Málaga -como la mayoría de clubes de Segunda y algunos de Primera- para inscribir a varios de sus jugadores en LaLiga son, ahora mismo, la principal preocupación de aquí a final de mercado de los responsables blanquiazules. El club necesita liberar masa salarial del primer equipo para no superar el límite impuesto por el organismo y poder así encontrar el espacio que permita la inscripción de todos los futbolistas con los que cuenta el entrenador malacitano.
Pero, ¿cómo funciona el denominado salario Liga? Sus interioridades, así como la fórmula utilizada por LaLiga para valorar la cantidad final asignada a cada club, son complejas. En todo caso, es la entidad la que, antes de que finalice el ejercicio, envía un presupuesto con los datos de la temporada anterior y la previsión de ingresos y de gastos, entre los que se incluye la cantidad que cree que puede gastarse en la plantilla deportiva para la siguiente temporada.
Una vez recibida esa documentación, LaLiga la estudia y se la devuelve a los clubes con las modificaciones que considera oportunas, estableciendo un techo máximo de gasto en salarios que puede variar si el club demuestra con posterioridad disponer de más ingresos de los estipulados (patrocinios, abonos, aportaciones societarias, derechos televisivos y traspasos de futbolistas) o haber disminuido sus gastos, incluidos los corrientes, como el ahorro en las fichas de esos jugadores traspasados, sueldos no deportivos o desplazamientos, por poner varios ejemplos.
Sirva como aclaración que si un club, como es el caso del Málaga, tiene problemas económicos porque no es capaz de cubrir con normalidad sus gastos -deudas varias, amortizaciones de fichajes de años anteriores- o los cumple con retraso, LaLiga lo terminará penalizando, por lo que el tope oficial diferirá bastante del previsto y deseado por el club. De ahí que, en ocasiones, como sucede ahora mismo, los cálculos realizados inicialmente en los despachos de La Rosaleda no coincidan con lo que el organismo les ha indicado.
En la entidad malacitana esperan que LaLiga “afloje el cinturón” tras conseguir el patrocinio de Puertas Tesesa y cerrar el traspaso de En-Nesyri. Pero los retrasos que ha acumulado el Málaga en el último mes para pagar las cantidades que se adeudan a algunos jugadores de la pasada temporada que ya no están en el equipo o incluso a algún club por la amortización de fichajes anteriores no han convencido a la patronal para aumentar ese tope económico y permitir la inscripción de nuevos futbolistas.
De ahí que la salida más segura y efectiva para solucionar este conflicto sea quitarse de en medio sueldos prohibitivos de descartes como Juanpi, Rosales, Torres, Gonen y Tighadouini. Pero, ojo, no pagando indemnizaciones por rescindir contratos, que también contarían como gasto, sino con acuerdos que no supongan una carga económica para el club. Aún hay tiempo, pero este juega cada vez más en contra de los intereses de la sociedad deportiva.
