Compartir esta publicación
@SuarezRMarca | La brillantez a la que nos había acostumbrado el Málaga en sus últimas apariciones no lució en el verde de Anoeta. La Real se jugaba muchas de sus opciones europeas y maniató durante muchas fases del partido a los de Míchel. En esos momentos difíciles los boquerones supieron sufrir, aguantar las embestidas y esperar a mejores tiempos. Que llegaron, claro que sí. Porque este equipo tiene el sacrificio por espíritu y el optimismo por bandera.
Y eso que durante la primera parte el más destacado fue Kameni. El camerunés sacó un par de manos salvadoras para que los suyos se sacudiesen la presión de los de Eusebio, mucho más finos con la pelota. También Recio, estrenando capitanía, tuvo que acudir al rescate sacando un balón bajo palos. Fueron avisos de lo que estaba por llegar, aunque eso llegó de penalty un tanto absurdo. Keko no metió la pierna pero Illarramendi sí la encontró y el árbitro interpretó el castigo. Xabi Prieto, con sabiduría, lo tiró perfecto para aventajar a los suyos.
El Málaga, sin embargo, no se rindió. Recio, con más responsabilidad defensiva que en otros choques, tomó el mando de las operaciones, empezó a encontrar a Fornals e incluso a sumarse al ataque. En uno de ellos llegó una jugada de laboratorio. Córner en corto que acaba con pase a la frontal para que Juankar saque un latigazo espectacular. El larguero lo hizo rebotar en corto, lo que aprovechó Luis Hernández para empujarla con Rulli aún en el suelo por la estirada. Con la celebración llegó el descanso.
Tras la reanudación, a la Real se la veía con ganas, con ímpetu, con energía, pero sin la claridad de la primera parte. Y eso que Odriozola y Yuri, vaya dos puñales, seguían atacando por los costados. Pero mientras los donostiarras encerraban al rival, el Málaga aprovechaba para que se confiaran, para que abrieran más líneas y así sorprenderles a la contra. Pasaban así los minutos hasta que Recio recibió a 25 metros. Nadie le entró, más preocupados por tapar a Sandro que al paleño. Y vaya palo que soltó, un misil teledirigido que ni vio Rulli de pasar.
La vía de acceso directo a Europa se le cerraba a una Real que tiró de corazón más que de cabeza. Sandro y Juankar -este antes de lesionarse con un tirón en el muslo- pudieron sentenciar, pero la vida les llegó a los locales con un centro de Íñigo y un remate inapelable de Jon Bautista.
Un empate que quizás hacía justicia a una Real que jugó mejor, que dispuso de mejores ocasiones, pero que no tuvo la efectividad de un Málaga que sigue sumando puntos en la recta final de temporada. Los de Míchel no fueron tan brillantes, pero esta versión también gusta.
REAL SOCIEDAD: Rulli; Odriozola, Raúl Navas (Jon Bautista, 76'), Íñigo Martínez, Yuri; Xabi Prieto, Illarramendi, Zubeldia; Vela (Canales, 64'), Willian José, Juanmi (Oyarzábal, 57').
MÁLAGA: Kameni; Torres, Luis Hernández, Llorente, Ricca; Recio, Fornals; Keko (Demichelis, 77'), Jony (Chory Castro, 70'), Juankar (Santos, 84'); Sandro.
GOLES:
1-0, min. 30: Illarramendi se traba con la pierna de Keko y el árbitro pita penalty. Xabi Prieto lo transforma con suma tranquilidad y sin apenas carrera.
1-1, min. 45: Jugada ensayada desde el córner que acaba con un zurdazo de Juankar desde la frontal que se estrella en el larguero. El balón queda muerto en el área pequeña para que Luis Hernández, que pasaba por allí, sólo tenga que empujarlo.
1-2, min. 75: Recio, desde 25 metros, lanza un misil teledirigido que supera a Rulli. ¡Qué golazo!
2-2, min. 85: Centro desde la izquierda de Íñigo Martínez que supera a Demichelis y Jon Bautista, de cabeza, se adelanta a Llorente y la coloca ajustada al palo, imposible para Kameni.
Recio celebra con sus compañeros el golazo que puso en ventaja al Málaga || laliga.es