AMOR NO CORRESPONDIDO (0-0)

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N`Diaye y Ricca protestan al colegiado al no pitar penalty una mano de Bergantiños || Marilú Báez

@Danielnz97 || Ni con más de 2.000 personas recibiendo al equipo una hora y cuarto antes, ni con la mejor entrada de la temporada, ni con la afición reclamando al equipo que fuese a por la victoria en la segunda mitad cuando más apagados estaban los blanquiazules. El Málaga no pudo dedicarle a los 22.414 que ocuparon las gradas de Martiricos el que pudo ser el décimo quinto triunfo del curso y el empuje de nuevo hacia el primer puesto de la clasificación -con el permiso de Osasuna-. Se quedó a solo un punto de las cinco decenas el cuadro de Muñiz, que tuvo varios arreones, pero en la tarde dominical ni venció ni convenció (0-0). Aun así, consigue sumar su séptimo encuentro consecutivo sin conocer la derrota.

 

Se impregnaron los futbolistas del Málaga CF del calor de la afición. Aroma a ilusión que caló entre los jugadores. Con ímpetu, fuerza y coraje se lanzaron los blanquiazules a por un conjunto coruñés al que le costó aterrizar -tras viajar en vuelo chárter- en Martiricos. Los gallegos, que saltaron antes al campo tanto para ver el estado del césped como para calentar, fueron sorprendidos por los buenos minutos iniciales del equipo de Muñiz. Un cuarto de hora duró el contagio del recibimiento. El Deportivo cogió el balón y no lo soltó para frenar así el éxtasis inicial en el que fue uno de los mejores comienzos de la temporada.

 

Bergantiños celebró por su cuenta la mejoría de los visitantes y se lanzó a por Ricca. Entrada a destiempo en el centro del campo para ganarse la primera amarilla. Pacheco se llevó el mismo castigo tres minutos después por una falta que no merecía sanción. Abusó de los recortes, perdió el balón y se llevó además la tarjeta. Por su lado entró varias veces David Simón, que repitió idea en la segunda mitad. Igual que Iván Rodríguez por el costado opuesto; como una moto. O como un patinete eléctrico blanquiazul -y no de los verdes que abundan en la ciudad- para hacer daño -con la ayuda de Alejo- en cada una de las incorporaciones por banda.

 

Mejoraron los visitantes y se adueñaron del partido. Sin correa ni bozal trataba de escaparse de vez en cuando el Málaga con alguna transición rápida. No le perdonó -como si lo hizo con Pablo Marí unos minutos antes- la tarjeta el colegiado Gorostegui Fernández-Ortega a Mosquera, que paró a Alejo en una salida del vallisoletano. Edu Expósito fue el autor de uno de los escasos tiros a portería. Quique González y Borja Valle -que tuvo la más clara al final con un disparo que se marchó desviado- pusieron en aprietos a la defensa en los últimos coletazos de la primera mitad, mientras que un tiro de Pacheco que tocó en el brazo de Bergantiños le sacó los colores al árbitro, que decidió no señalar penalti y sí amonestar a Ricca por protestar en la que fue la última jugada antes del descanso.

 

Keidi Bare escenificó los valores del club en una acción que pudo determinar el choque. Sobre todo, aquello de “compromiso y fe”; no tanto lo de “memoria”. Tocaba la defensa del Deportivo de la Coruña sin prisa, con excesiva calma, como si de un entrenamiento se tratara. Falló Dani Giménez, el balón le cayó a Blanco Leschuk. Controló dentro del área y se la orientó, pero se topó con el meta, salvador en su intervención. La Rosaleda se animó mientras el cielo empezaba a oscurecer y Pacheco rozó el primero en la siguiente acción con un disparo desde la frontal. Cinco minutos duró el jubilo malaguista. Lo del cielo fue una metáfora de la segunda mitad de los blanquiazules.

 

Borja Valle se encontró con Munir y Leschuk con Seleznov, que ya le esperaba a la hora de partido para reemplazarle. Diego, que se perderá el choque contra el Córdoba, y Keidi Bare vieron dos amarillas en dos minutos -luego también N’Diaye-. Fede Cartabia rozó el primero en el 66' con un disparo desde dentro del área que se marchó fuera. Quique hizo lo propio con una acción por la izquierda que se resolvió con la intervención del meta marroquí. Pacheco dejó su sitio a Renato para buscar la velocidad que el de Pizarra ya no ofrecía. Y los tres puntos se pudieron marchar hasta Coruña si no hubiese aparecido de nuevo el arquero malaguista, que salvó a los suyos con una parada milagrosa para salvaguardar el empate, que lo puso en duda Harper con un disparo que obligó a reaccionar al portero visitante (0-0).

 

MÁLAGA: Munir; Iván, Diego González, Pau Torres, Ricca; N'Diaye, Keidi Bare, Iván Alejo (Harper, min. 84) Pacheco (Renato Santos, min. 78); Adrián y Blanco Leschuk (Seleznyov, min. 59).

 

DEPORTIVO DE LA CORUÑA: Dani Giménez; David Simón, Duarte, Pablo Marí, Caballo; Edu Expósito, Bergantiños, Mosquera (Vicente Gómez, min. 67); Fede Cartabia (Pedro Sánchez, min. 73), Borja Valle (Somma, min. 89) y Quique González.