Antonio J. Merchán/@CesarRadioMARCA | Abdullah Al Thani hace unos meses que está contra la espada y la pared. Los socios mayoritarios del Grupo NAS -algunas fuentes indican que ha dejado de ser su presidente- le han pedido que devuelva la inversión que en su día realizó en el Málaga club de fútbol, unos 150 millones, una vez que los bancos cataríes han comenzado a reclamar el préstamo que en su día le concedieron y que el propio Al Thani avaló como presidente de NAS.
De ahí que los accionistas, que no quieren hacerse cargo de esa deuda, le hayan dado la oportunidad a Al Thani de que, desde Málaga, consiga reconducir la situación. Algo así como “no vuelvas a Catar hasta que soluciones esto”. En caso contrario, no se descarta que, más pronto que tarde, una comisión gestora del grupo NAS tomara las riendas de la entidad desde Catar, ya sin el Sheikh como máximo dirigente.
Esto tendría dos lecturas: la positiva sería que esta comisión quisiera, para recuperar el dinero que los bancos reclaman, poner en valor el club para ir poco a poco generando ese montante que en su día se le prestó al Málaga; es decir, volver a invertir de manera razonable para crear más activos y poder ir devolviendo la inversión. La parte negativa es que intentaran conseguir cuanto antes lo que puedan, por poco que fuese, y dejasen descapitalizado totalmente el club.
De ahí toda esa presión que ejercía Al Thani con las instituciones, pues construir la Academia y desbloquear el asunto del puerto de La Bajadilla le haría volver a ganarse la confianza de los socios cataríes. De momento, el Sheikh sigue viviendo en Málaga y busca casa en Marbella. Su asignación mensual como miembro de la familia real de Catar es importante, por lo que, en ese sentido, no tiene problemas económicos. Otra cosa es que pueda usarlo para invertir, que va a ser que no.