@Carloshernando_ | "La que me has liado". Esas son las palabras que Míchel le dedicó a Adrián cuando se enteró que llegaba al Málaga. Pues bien, fue el mediapunta, o mejor dicho mediocentro, el que dio la primera victoria de la temporada junto a Recio, que anotó el penalti por manos de Cabral. El empate del equipo de Unzué lo firmó Aspas, aunque los blanquiazules respondieron rápido para estrenarse en el casillero de triunfos. Ojalá que sea el primero de muchos.
De nuevo una final en La Rosaleda. Ya van unas cuantas las que se han vivido por Martiricos, aunque el equipo de Míchel las ha dejado pasar una y otra vez como el que ve la lluvia caer. Querían cambiar la dinámica los blanquiazules ante el Celta de Vigo, que forjó amistad con el balón y cedió al Málaga las mejores ocasiones del partido en las botas de Peñaranda y Keko.
Con el paso de los minutos, las llegadas al área de Blanco menguaron en parte por el desacierto en las efímeras conducciones del esférico. Juanpi desapareció a partir del ecuador de la primera parte, obligando de esta forma a que Peñaranda realizase otras funciones alejado de la portería y se olvidara de tener un punta que finiquitara las jugadas malacitanas. A falta de delantero, apareció Adrián para aprovechar un balón suelto en el área pequeña tras una ortodoxa chilena de Baysse. Nunca se fue tan feliz un equipo al descanso.
A la vuelta de la pausa, el Celta defendió menos, pero ello significó que Maxi Gómez, Sisto y Aspas se soltasen el lastre de la defensa y saliesen a la contra como locos hacia la portería de Roberto, espléndido en cada amenaza viguesa hasta que el delantero estrella del equipo de Unzué, Iago Aspas, remató solísimo dentro del área sin oposición de los centrales. Los de Míchel se vinieron arriba, no podían dejar otra vez que pasara la victoria, y provocaron un penalti por manos claras de Cabral.
Aquí sí acertó el colegiado, discutido todo el encuentro por sus decisiones por el colegiado, al que le mostraron a todo el cuerpo arbitral las tarjetas negras por el perjuicio que han provocado al equipo en todas estas jornadas. Desde los once metros no perdonó el capitán Recio, que explotó de rabia con el segundo gol. Todavía hubo más tiempo para más milagros de Roberto, que abortó una ocasión clarísima de Maxi Gómez. Sin duda, el mayor milagro fue la primera victoria del Málaga después de diez jornadas. Por fin se respira en Martiricos.
Málaga: Roberto; Rosales, Baysse, Luis H., Juankar; Recio, Adrián; Keko (Ontiveros, min 79´), Chory Castro (Rolón, min 90), Juanpi (En-Nesyri, 75´); Peñaranda.
Celta de Vigo: Rubén Blanco; Cabral, Jonny, Sergi Gómez, Hugo Mallo (Guidetti, min 84´); Wass, Lobotka (Jozabed, min 79´), Pablo Hernández; Sisto, Maxi Gómez, Iago Aspas.
Goles:
Adrián, min 45: El madrileño aprovechó un balón suelto en el área pequeña para marcar el primero de la noche y debutar en la temporada.
Aspas, min 76: El delantero remató solo y la puso perfecta para que Roberto no llegase al balón.
Recio, min 83: El capitán no perdonó desde los once metros tras una mano clara dentro del área de Cabral.