@JuanjeFernandez || El Málaga CF se ha acostumbrado a vivir en el alambre. La caída progresiva y luego libre del equipo blanquiazul desde que fuese eliminado de la Champions de manera injusta por el Borussia de Dortmund en aquel mes de abril de 2013 ha degenerado en un incendio continuo desde este verano que cada semana que pasa se va haciendo cada vez más grande y menos posible de apagar. La imagen institucional del club está por los suelos tras el ‘caso Víctor’ y su despido, las polémicas de Al-Thani con las instituciones y los problemas con el límite salarial que amenazan con enterrar para siempre al cuadro de Martiricos.
Desde que se puso punto y final al mercado de fichajes, el pasado 2 de septiembre, el Málaga ha caído en una espiral de la que parece imposible salir. El ‘no’ fichaje de Okazaki hizo saltar por los aires lo que se suponía que debía ser un proyecto de ascenso a Primera. La posterior rueda de prensa de Caminero y Jofre no ayudó. Director deportivo y director general no ofrecieron respuesta alguna a la crisis y semanas después de la pantomima ante los medios fueron fulminantemente cesados por Al-Thani no sin antes recibir varios recados por redes sociales por parte de un presidente cuyos hechos le han dejado por mentiroso después de la entrevista ofrecida a MARCA en agosto. La inestabilidad está en su punto álgido, justo todo lo contrario que prometió.
La imagen del Málaga ya era mala para con sus aficionados y sospechosa para aquellos que no están en la Costa del Sol, pero lo ocurrido con Víctor Sánchez del Amo la ha terminado de tirar por los suelos. El comienzo de 2020 ha sido criminal para los malacitanos. La manera en la que Shaheen y el máximo accionista gestionaron la crisis del entrenador provocó el rechazo de toda España con mensajes de apoyo desde todos los puntos de la península: equipos de Primera y Segunda, compañeros de profesión y hasta el presidente de la RFEF dieron su apoyo al técnico madrileño, todos menos su propia entidad.
La cosa no acabó ahí. En la misma semana en la que Víctor daba sus explicaciones sobre los hechos, el club comenzaba a despedir trabajadores bajo la excusa de querer ahorrar sueldos, algo que no cuela cuando los despedidos son mileuristas y solo cinco. Desde el otro lado lo ven más como una venganza por la manera de tratar el tema de Víctor por parte los empleados del club que lo sabían días antes pero quisieron guardar la intimidad de su entrenador. Esos despidos tampoco han gustado en el seno del club donde incluso varios patrocinadores se han quejado por estos últimos acontecimientos mencionados.
En una semana que podía ser tranquila, la chispa volvió a colocar el foco sobre estadio del club. La policía nacional registraba las oficinas en busca de información económica después de que la Jueza que lleva el caso por el cual los pequeños accionistas se han querellado, con el apoyo del Ayuntamiento, contra el presidente y sus hijos por administración desleal lo ordenara. La reacción del Málaga fue otro absurdo comunicado en el que no se decía la verdad y presionar a los medios por las noticias que contradicen a Richard Shaheen, el norteamericano que es apoderado de Al-Thani y del propio Málaga. Mientras, Tebas sigue apretando y en su ultima aparición pública avisaba que el Málaga tendrá problemas en marzo si no cambia la situación económica de su plantilla. Un fuego que no se apaga y que está cerca de arrastrar al Málaga al abismo.
