@CesarRadioMARCA | Desde mayo de 2011, allá cuando el Málaga de Pellegrini, Baptista y Willy Caballero luchaba por huir del descenso, el conjunto blanquiazul no encadena cuatro victorias consecutivas. En aquella ocasión se ganaron cinco encuentros seguidos que les sacaron de la quema.
Hoy, sin tanta angustia, se busca ese cuarto triunfo de una tacada. Los encuentros ante el Granada y, sobre todo, frente al Córdoba y al Rayo Vallecano, han demostrado que el Málaga ha alcanzado un nivel excelente en ataque y en defensa, en desparpajo y en solidez. Y para redondear el optimismo, el rival de hoy llega en su peor momento de las últimas temporadas y con su técnico, Arrasate, con la soga al cuello.
Es por ello que Gracia no quiere confianzas ni relajaciones. Prohibidas esas dos palabras en el vocabulario que utiliza en su vestuario. A partir de ahí, su discurso para hoy será el mismo que le ha servido para colocar al Málaga a las puertas de la zona europea: “si tenemos el balón, bien; y si no, pues también”. Porque su equipo, sus jugadores, saben jugar con y sin posesión.
De ahí que, a pesar de que el estilo txuriurdin es muy distinto al de, por ejemplo, el último rival, el Rayo, Gracia no piense en hacer apenas cambios. Es muy probable que repita el once inicial, igual que ha repetido convocatoria. Aun así, cabría alguna opción para reforzar de inicio el centro del campo, con la posible entrada de Recio o de Duda, dejando como revulsivo a Samu Castillejo.
A eso de las nueve de la noche, una hora antes del partido en Anoeta, se resolverá esa duda. Después, al filo de la medianoche, sabremos si el Málaga, si es que el Celta no ha ganado al Barcelona, duerme desde las nubes europeas.