@SuarezRMarca | El enorme atasco con el que se ha encontrado el Málaga en la operación salida del mercado veraniego está haciendo estragos en la configuración de la plantilla definitiva con la que competirá a partir del 18 de agosto en Segunda.
A tres semanas para el inicio liguero, los blanquiazules aún disponen de 24 futbolistas con contrato del primer equipo. Muchos de ellos, con fichas prohibitivas para la categoría de plata. Michael Santos, Tighadouini, Luis Muñoz y Cenk Gönen son los cuatro jugadores -el primero por voluntad propia- que siguen sin destino y no entrenan con el grupo que Muñiz tiene en Estepona y de donde saldrán a partir del miércoles más descartes para hacer hueco a las próximas incorporaciones.
Pero estos últimos días sí que se han comenzado a ver los frutos del trabajo de la dirección deportiva que comanda Caminero, con la desvinculación de Koné y las cesiones de Keko Gontán, Mikel Villanueva y Rolón, quien ya entrena con el Genoa sin haberse hecho oficial su préstamo. Esas salidas se unen a las de Cecchini y Jony, que se cerraron antes del inicio de pretemporada.
Seis operaciones en total que han supuesto al Málaga un ahorro estimado de casi 6 millones de euros en fichas, un alivio considerable para el tope salarial que le marcará LaLiga, pero aún insuficiente para afrontar la campaña. La temporada anterior, el coste de la plantilla ascendió a 31,7 millones. Para esta, con los contratos vigentes, ya superaba los 25 cuando en el club consideran que el salario liga oscilará entre los 12 y los 15 millones. Es decir, que aún deben encontrar el ahorro de unos 5 millones de euros más entre descartes y fichajes para compensar la pérdida de poder adquisitivo por el descenso a Segunda.
Mucho trabajo y nada de descanso tienen Caminero y sus colaboradores para llevar a cabo las más de diez operaciones de ingeniería económica que todavía le quedan por realizar en el mercado.