@SuarezRMarca | Tal día como hoy, un 29 de junio de 1994, vino al mundo futbolístico el Málaga club de fútbol SAD. En realidad, después de la desaparición de su hermano mayor, el CD Málaga, ya había nacido como Malagueño. Pero no fue hasta dos años después cuando cambió de denominación al actual club.
El Club Deportivo Málaga, por una gestión aún peor que la que Al Thani está protagonizando en los últimos años, desapareció dejando más de mil millones de las antiguas pesetas -más de 60 millones de euros- de deuda, con un estadio de La Rosaleda que pasó a ser del Ayuntamiento, de la Diputación y de la Junta de Andalucía, y con un solo heredero, un filial que justo antes del adiós se independizó para poder sobrevivir desde la Tercera división. Aquel Malagueño, poco después, cambió su nombre por el actual Málaga club de fútbol.
En estos 25 años se ha vivido la mejor época de la entidad de Martiricos. 17 de las 25 temporadas las ha vivido en Primera. Sumó su primer éxito europeo con la Intertoto, se clasificó para la antigua Copa de la Uefa, logró una histórica cuarta plaza en LaLiga y enamoró a todos con su participación en la Champions. Antes, eso sí, tuvo que pasar penurias por campos de tierra y sin gradas, por promociones y encerronas de Tercera a Segunda B y de ahí a Segunda. Y tras una década en la élite, de vuelta a la categoría de plata.
Ahí regresó la pasada campaña y ahí seguirá en la próxima. Hoy, el Málaga CF sopla velas deseando el ascenso. En sus bodas de plata, es lo único que sirve para animar a un malaguismo al que se le seguirá pidiendo desde este lunes un esfuerzo más para no cesar en su apoyo.
