Dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que ateo es aquella persona “que no cree en la existencia de Dios o la niega’, dicho lo cual El Málaga No Es Lugar Para Ateos. Me baso en hechos puntuales como el histórico gol de Antoñito Cordero en Tarragona del último segundo que valió el ascenso, el triunfo en inferioridad frente al Albacete y, entre otros momentos, lo sucedido en el estadio de Los Cármenes.
Si Antoñito Cordero ‘de Dios’, como se le dice en las retransmisiones de Radio Marca Málaga, mete su golito de turno, y el ‘Santo’ Herrero aparece en el último instante para parar un penalti que hubiera significado la derrota, díganme si no es para creer y pensar que los milagros desde hace tiempo existen y tienen color blanquiazul. Por cierto, no me olvido de que el gol de Nelson Monte que establecía el empate contra el Granada con el que terminó el partido, también llegó en el tiempo de prolongación.
Es lo mejor que tiene este Málaga que dirige Sergio Pellicer. La fe en todos y cada uno de los partidos está por encima de si se juega bien o no, o si es más o menos defensivo, si falta ambición, o si, como en Los Cármenes, se mereció perder o no. Puedo reprochar al equipo que no supo leer los momentos iniciales del segundo tiempo en los que el Granada se adelantó en el marcador, o que Pellicer tardara en realizar los cambios cuando se veía a las claras que el centro del campo necesitaba oxígeno y que se veía venir el gol de los nazaríes. Otra vez los desajustes en defensa en centros laterales al área le pasaron factura y como viene siendo la tónica predominante desde la temporada pasada, el balón termina en las redes malaguistas en acciones así. Y que conste que tanto Galilea como Monte están mejorando con respecto a su comienzo de liga, pero si tampoco se cierra bien por los laterales al segundo palo llegan los goles en contra. Dicho lo cual, y siempre desde la crítica constructiva, elogiemos la creencia del equipo para luchar hasta el final cuando todo parece perdido.
La verdad es que cuando el Málaga iba por detrás en el marcador no podía evitar pensar en que se escapaba la oportunidad de puntuar en una auténtica jaula de grillos en la que se ha convertido el Granada. Como bien dijo Juanje Fernández durante la retransmisión del partido, la escuadra rojiblanca me recuerda a aquel Málaga que partía como
candidato a subir a Primera división en la temporada 2022/2023 con los Rubén Castro y compañía, y terminó descendiendo estrepitosamente a Primera Federación. El Granada está para psiquiatra y aunque el Málaga salió eufórico por el empate gracias al penalti parado por el ‘Santo’, no es menos cierto que en el manicomio en el que se ha convertido Los Cármenes, faltaron momentos de calma o pausa para ahondar más en el desquiciamiento rival. No quiero quitar mérito al punto sumado, todo lo contrario, pero esa precipitación malaguista costó el primer gol de Neva (¡a quién se le ocurre mandar callar a su propia afición!), y después del empate de Cordero, los cambios se demoraron y otro desajuste costó el segundo gol de Uzuni. ¡Que le quiten lo bailao a este Málaga! Un punto más y ya quedan menos para los que se necesitan para la salvación y como ya he dicho en varias ocasiones, para seguir mirando hacia arriba con ambición. Por cierto, hay empates y empates y, personalmente, el conseguido frente al Mirandés o el Córdoba no saben igual al sellado en Granada. Hay que seguir creciendo y este equipo lo está haciendo partido a partido.
No quiero dejar pasar la ocasión de expresar mi lamento por la marcha del consejo de administración del empresario malagueño Jesús Gutiérrez. Es lamentable que alguien que aportó una importante cantidad de dinero para la cantera haya tenido que salir por la puerta de atrás, al parecer, por desavenencias en la forma de gestionar la entidad. ¿Qué habrá visto para decir adiós? A Jesús Gutiérrez le honra tomar una decisión así mientras el administrador judicial se aferra al sillón. Tome nota Sr. Muñoz.
