@SuarezRMarca | No siempre es fácil cambiar el chip y pasar de la competitiva Euroliga a la deslucida fase regular de la ACB. Y menos cuando vienes de un fuerte varapalo en la máxima competición continental, donde la derrota ante el Estrella Roja ha dejado en casi ninguna las opciones del Unicaja para alcanzar el Top8.
Pero el Unicaja, en esta ocasión, sí que hizo valer su mayor calidad desde el principio. Con Sasu Salin, que aparece y desaparece como el Guadiana, en plan estelar, y con la ayuda de otro irregular como McCallum, los malagueños se bastaron y sobraron para derrotar a un Estudiantes que puso pundonor y ganas, valores insuficientes para medirse a uno de los grandes de la liga.
Ya desde el primer cuarto los de Plaza salieron a no dejar creer a los madrileños que su triunfo era posible. Con el escolta finlandés en estado de gracia con dos triples, los visitantes se marcharon 9-20 en el marcador a poco menos de dos minutos para concluir el primer asalto. La entrada de Nedovic, curiosamente, coincidió con un 4-0 local que selló el 13-20 con el que se inició el segundo.
El Unicaja siguió a lo suyo durante los primeros instantes con McCallum recogiendo el testigo anotador. La distancia llegó a ser tras un jugadón de Wacyznski y un palmeo de Dani Díez de 15 (14-29) en el ecuador del cuarto. Ahí sí que se dejaron ir, lo que provocó que el marcador registrase cierta igualad al descanso (28-35) tras un parcial en la recta final de 14-6.
Tras el paso por vestuarios, la pájara malagueña, como ya le pasó en Belgrado, amenazaba con dinamitar el choque en su contra. Las pérdidas de balón se sumaban a la inoperancia ofensiva y sólo la poca capacidad anotadora de los de Salva Maldonado mantuvieron a los de su cuñado en el duelo e incluso con una mínima ventaja (42-47).
Tenía que despertar y sudar el triunfo el Unicaja si se lo quería llevar del Wizink Center. Y a fe que lo hizo con un parcial de salida de 0-8 que acabó con la ilusión estudiantil. Los ex del Unicaja, como Omar Cook o Caner-Medley se esforzaron por aguantar, pero ya el conjunto verde estaba en plan martillo pilón y no bajó el ritmo hasta el final para anotarse el último cuarto 15-25 y firmar un triunfo contundente (57-72) que les mantiene en la pelea por la cuarta plaza, en poder del Baskonia, que como en la Euroliga, también aventaja en un triunfo a los de Joan Plaza.
