@JuanjeFernandez || Unicaja superó a Bilbao Basket y rompió el maleficio de los cuartos de final de la Copa, siete años después. Los de Joan Plaza completaron un partido muy serio en el que Kuzminskas y Jason Granger brillaron de manera especial. Los de Plaza ya están en las semifinales donde espera el FC Barcelona en un partido que se disputará el sábado a las 19h00 hora peninsular.
El encuentro comenzó con la tensión propia de la competición, Unicaja y Bilbao Basket sufrían para anotar la primera canasta de la contienda. Fue entrar el primer triple de Green y el encuentro entró en un festival de lanzamientos desde la línea de 6,75. Granger demostraba rápido que quería ser protagonista del partido. Mumbrú y Todorovic ponían en aviso a los malagueños que llegaron a verse cinco abajo en el marcador. Granger se abría paso a triple limpio y el equipo de Plaza empezaba a perder los clásicos nervios del inicio. Kuzminskas entraba en juego y su buen hacer valía para que el equipo de Los Guindos llegase con ventaja al descanso (31-27)
El segundo acto arrancó de lujo para los verdes que ampliaron la diferencia hasta los ocho puntos. Jugadores como Germán Gabriel y Vasileiadis daban refresco a los de Plaza, que aprovechaba su amplitud de banquillo para repartir minutos. El catalán se mostraba tranquilo porque veía como su equipo ponía la velocidad de crucero y mantenía distancias. Williams y Mumbrú mantenían el tipo para Bilbao Basket que ya no estaba tan acertado en el lanzamiento. Al final de los segundos diez minutos ambos equipos repartían puntos y llegaban con un 41-37 a favor de los malagueños en el electrónico.
Unicaja empezó muy serio el tercer cuarto, los de Plaza machacaban al conjunto con un parcial de 8-0 que daba tranquilidad al juego de los verdes. Bilbao Basket no entregaba la cuchara, pero la figura de Granger era difícil de retener, el uruguayo no fallaba de tres y Sito Alonso no lo veía nada claro. Raúl López aparecía por el partido a pocos minutos del final del tercer cuarto para anotar dos triples consecutivos que mantener con vida a los bilbaínos. Stefansson contestaba nada más entrar y Unicaja se marchaba 68-59 al último acto.
El equipo de Plaza supo gestionar bien la ventaja en el último tramo, pese a que los diez minutos finales comenzaron con susto, cuando de nuevo Raúl López recortó la diferencia hasta los cinco puntos. El Unicaja estaba sabiendo leer muy bien el partido y tras dos tiros libres de Granger y una canasta de Stefansson volvió a poner tierra de por medio. Plaza Decidió jugar con dos bases y controlar el encuentro, algo que funcionó a la perfección y que terminó por desactivar a los de Sito Alonso que tras 37 minutos de batalla sacaron la bandera blanca. El último minuto fue un trámite y los cajistas estarán dos días más en Las Palmas, como mínimo gracias al 86-78 final.
