@SuarezRMarca | Una gran segunda mitad hizo que el Unicaja dejara a toda una leyenda de los banquillos como Larry Brown sin el triunfo que tanto buscó el Fiat Turín en Málaga. Y eso que los italianos, comandandos por Dallas Moore, autor de 20 puntos en la primera parte, llegaron a ir dominando de diez en el segundo cuarto. Pero tras el paso por vestuarios, los verdes apretaron y la resistencia turinesa fue vencida.
El partido empezó frío y tuvo que ser otro grande del baloncesto como Carlos Delfino el que tuviera el honor de inaugurar el marcador. La respuesta llegó de manos de Milosavljevic con el primero de sus dos triples en el cuarto. Hubo intercambio de canastas, el columpio en el electrónico, hasta que un 0-6 con triple de Portanesse colocó un 12-18 que ponía en guardia a los locales. 5 tantos de Jaime Fernández y un triple de Roberts iniciaron el camino para devolver la tranquilidad con 20-18 y servir de acicate a Sasu Salin para demostrar que el perímetro también le pertenece.
Con dos triples del escolta finlandés -y un 85,6% de acierto exterior del equipo- se cerró el primer cuarto (26-21). Salin seguía con la muñeca caliente e inició el segundo con otro lanzamiento lejano que junto a una canasta de Suárez dibujó una decena de puntos de diferencia. A partir de ahí, un apagón de 4 minutos exactos que aprovechó el cuadro turinés, liderado por Dallas Moore, para sonrojar a los malagueños con un 0-13 de parcial. La pájara verde aún duraría más. Shermadini anotó dos tiros libres, pero el aro se había cerrado definitivamente. Hobson, imponiendo su dominio en los rebotes (7 en el cuarto) y Moore, que firmó 20 puntos al descanso, se mostraban imparables y protagonizaron otro preocupante 0-9 (35-45). La defensa de los malagueños hacía aguas y al descanso se marcharon con un merecido 41-47 en contra.
Tuvo que haber ‘casimirina’ en los vestuarios porque después de que el Turín iniciase el tercer cuarto con un triple de Portanesse, los cajistas firmaron un 8-0 con el que mostraron nuevos bríos. Aún les costaría un poco más recuperar las riendas del encuentro (54-52) gracias a un nuevo tiro exterior de Wiltjer. El canadiense estaba on fire y sumó sus 11 puntos en apenas dos minutos, lo que unido a una mayor intensidad defensiva provocó el cortocircuito en los de Brown. Fue el principio del fin porque hasta el final de ese tercer cuarto apenas anotarían los visitantes.
Con 67-57 arrancó el último período, pero la máquina del Unicaja ya estaba más que engrasada y funcionaba a toda potencia en ambas zonas para deleite de los poco más de 6.000 valientes que quisieron disfrutar de un partido europeo sin nada en juego salvo la honrilla. Al final, un 89-68 que maquilló las angustias sufridas por los de Los Guindos en el segundo cuarto.