@SuarezRMarca | Se sentía el miedo en el Martín Carpena. La derrota en Murcia había vuelto a enrarecer el entorno de un equipo demasiado irregular y que no permite una tregua a sus seguidores. Y unido a la de Bursa, la situación no estaba cerca de mejorar en la competición más importante del curso. Caer ante el Joventut significaba complicarse la clasificación para el top8 y casi olvidarse de la primera plaza. Pero ahí apareció Deon Thompson como duende verde. El ala-pívot completó, gracias a un magnífico primer cuarto, su mejor actuación como cajista y fue el aniquilador de los de Badalona, que no pudieron recuperarse de ese mal inicio, sucumbiendo por 90-84.
Desde el salto inicial se vio muy enchufado a Thompson anotando y reboteando. 11 puntos sin fallo permitieron a los suyos adquirir la primera buena ventaja (17-7 con 6 minutos jugados). Fue irse al banco y se nubló la ofensiva local, pero no lo aprovecharon los catalanes, que al menos minimizaron daños y se fueron con los mismos 10 puntos abajo al final del primer cuarto (22-12).
Prepelic, bien sujetado, inició el segundo con su primera canasta. Mas fue un espejismo. Mientras al Joventut le costaba horrores atacar y mirar el aro, los de Casimiro sumaban de 3 en 3 con Suárez y Brizuela para romper el choque (28-14 a 8’ del descanso). Aún se hizo mayor, +16, la distancia con un triple del propio Darío Brizuela, punto de inflexión para la Penya, que a partir de entonces fue recuperando sensaciones de la mano del hermanísimo Kanter. A falta de un minuto, el marcador se apretaba (38-31), pero un 6-0 de parcial volvió a golpear en el rostro a los visitantes.
Con 44-31 se reanudó el choque con ambos contendientes jugando a tirones. Si los de Carles Durán recortaban a 7 gracias a un tiro de Prepelic (44-37), enseguida los malagueños, con Thompson y Wacyznski anotando y Jaime Fernández regalando asistencias -hasta 10-, aceleraban para poner tierra de por medio con un 11-0 y una ventaja que ya olía a triunfo (55-37). Pero aún quedaba tela que cortar. El Joventut no se iba a rendir con tanto por jugar y también encargó un 0-9 para volver al encuentro y encarar el último acto con ‘sólo’ 12 en contra (66-54).
Hubo momentos en los que, con Prepelic y López Aróstegui al mando, creyeron en la remontada, incluso ya en la recta final con Dimitrovic también on fire y con cinco jugadores en dobles figuras anotadoras. Pero el Unicaja no podía permitirse el lujo de ceder la victoria y supieron jugar, sobre todo Jaime, con el marcador a favor para sumar su primer triunfo en el top16.