@SuarezRMarca | El Unicaja puede celebrar a lo grande el triunfo conseguido en la cancha de Fontes do Sar ante el Obradoiro. No porque haya conseguido un título, ni mucho menos. Pero sí porque sufrió de lo lindo en tierras gallegas ante un combativo rival y terminó ganando en el tiempo extra para sumar una victoria fundamental para seguir en la pelea por la cuarta plaza, ahora propiedad del Valencia. Los taronja reciben este jueves al Baskonia y cuentan con una victoria más que los de Plaza.
Pero lo sucedido esta noche tiene que servir de aviso a los malagueños. Porque no se puede dormir durante largas fases de un encuentro tan vital, sabiendo que después esperan el Barça y el propio Valencia, y que por detrás en la clasificación hay seis equipos esperando con un hambre voraz para pasarte por encima si es necesario.
Los cajistas comenzaron bien, con un 0-5 que parecía avisar de las intenciones visitantes. Nedovic mandaba y cuando el serbio entra en acción es imparable. Pero si no cuenta con apoyos, el rival termina creciéndose. Así se quedaron los de Los Guindos más de tres minutos sin anotar, lo que aprovecharon los coruñeses para tomar el mando del duelo. El acierto en el perímetro fue clave para ir ganando terreno y terminar por delante en ese primer cuarto (22-16).
En el segundo acto, la cosa fue aún peor. Ambos se cegaron de cara al aro y se tiraron dos minutos sin anotar. Fue Pepe Pozas quien rompió la mala racha con su único triple del partido. Un minuto más tardó Unicaja, con McCallum, para anotar sus primeros puntos del cuarto. Pero, a partir de ahí, llegó lo peor, una humillación absoluta en poco más de tres minutos con un parcial de 18-0 que puso el electrónico en un contundente 41-18 a 3'43" para el descanso. Sólo entonces, con todo ya perdido, se levantaron los verdes con Dani Díez protagonizando un 0-7 que redujo la sangría un poco. El 45-28 hablaba bien a las claras del destrozo que los de Moncho Fernández habían ocasionado en las filas malagueñas.
Se esperaba la reacción del Unicaja y esta se hizo esperar. Sólo en el último minuto, con dos tiros libres de Suárez, consiguió dejar la diferencia en la decena. Se ganó el cuarto, pero el Obradoiro seguía muy fuerte con Bendzius muy acertado en ataque.
Con 61-51 arrancó la última escena. Nedovic tiró del carro, pero encontró una brutal respuesta en Thomas, máximo anotador de los celestes. A falta de 5'26", la distancia seguía siendo la misma (77-67) porque sólo el serbio y Waczynski veían aro con relativa facilidad. Algo que siguió hasta que el duelo entró en sus dos últimos minutos. A los locales se les empequeñeció el aro, la muñeca no se doblaba con comodidad y poco a poco la ventaja iba desapareciendo con triples de Alberto y del alero polaco. Dos tiros libres de Wacyznski fueron los que llevaron el partido a la prórroga a falta de 24 segundos del final. Esa última jugada, con posesión local, acabó con una pérdida de Navarro y con una prórroga donde el Unicaja, como ya le ocurrió en Estambul ante el Fenerbahçe, jugó mejor templando más sus ánimos. Los tiros libres fueron clave y ahí Alberto Díaz y el propio Waczy fueron clave.