@CesarRadioMARCA | El triple de Vasileiadis para iniciar el partido presagiaba buenas cosas. La primera, que los de Plaza no se daban por vencidos, ni mucho menos. A pesar de que los astros se han confabulado para que el Unicaja tenga imposible seguir vivo en el Top16, los malagueños salieron sin temor, como el que nada tiene ya que perder, al Palacio de la Paz y de la Amistad, la fortaleza ateniense de Olympiacos donde cuentan sus partidos por victorias esta campaña.
La segunda, la sensacional defensa puesta en liza, que dejó a los griegos anotando sólo 11 puntos en el primer cuarto. Unido al acierto ofensivo de Caleb Green -cada día más integrado-, autor de 6 tantos en este tiempo, el Unicaja se marchó con un ilusionante 11-17 a su favor tras los primeros diez minutos.
En el segundo cuarto, los griegos apretaron los dientes con Spanoulis, cómo no, al frente. Sin embargo, sus cinco asistencias fueron insuficientes porque Unicaja resistió las embestidas, impidiendo, por ejemplo, que se escapara ningún rebote de su zona. Un triple de Kuzminskas, sús únicos tres puntos, estableció la máxima diferencia a favor con 17-23 a seis minutos para el descanso. Algo que repitieron en el último minuto del cuarto con un gran rebote ofensivo y posterior canasta de Fran Vázquez. De no ser por el excelente movimiento de pies de Tsairelis, el +6 hubiera campeado en el electrónico, que finalmente marcó un 29-33.
Hasta ahí duró la energía del Unicaja. El descanso reactivó a los rojiblancos y adormiló a los malagueños, como suele ser habitual en partidos de gran trascendencia. Todo lo bien que se había hecho en los primeros veinte minutos, en defensa principalmente, se vino abajo en los primeros cuatro minutos. Con Lojeski desatado, el Olympiacos anotó un parcial de 18-7 con el que puso tierra de por medio (47-40). Por fortuna, Plaza cuenta con Granger, quien tomó la responsabilidad y mantuvo a los suyos en el choque para dejar el duelo con las opciones abiertas (55-52). Pero significativo fue que los atenienses anotasen en este período 26 puntos cuando en los dos cuartos anteriores juntos sólo había sumado 29.
La igualdad se mantuvo en esa recta final de partido. Tuvo incluso la opción el Unicaja con 61-60 de recuperar la ventaja, pero Markovic cometió dobles en el contragolpe. Se puso después a tres con un triple de Stefansson a falta de tres minutos para la conclusión, pero apareció de nuevo Spanoulis -perfecto desde la línea de personal 10/10- para dejar las cosas como estaban.
Aún quedaban un par de minutos, pero nada hubo que hacer ante el autoritarismo de Spanoulis, el gran dominador del choque, que acabó sumando 18 puntos y repartiendo 10 asistencias. Al final, con un triple de Vasileiadis desde su casa cuando ya todos se saludaban, el Unicaja sumó una nueva derrota, la séptima, que le deja como farolillo rojo de su grupo. Las matemáticas dicen que aún tienen opciones. La cruda realidad afirma que este año tampoco será el de los malagueños en Europa.
OLYMPIACOS (77): Spanoulis (18), Darden (2), Mantzaris (6), Petway (0), Dunston (6) -quinteto inicial- Hunter (3), Sloukas (9), Printezis (13), Lafayette (6), Lojeski (12), Tsairelis (2).
UNICAJA (72): Granger (13), Vasileiadis (9), Kuzminskas (3), Green (8), Vázquez (6) -quinteto inicial- Markovic (4), Germán (7), Toolson (8), Thomas (9), Stefansson (3), Golubovic (2).