@SuarezRMarca | Gio Shermadini, autor de 26 puntos y 7 rebotes con 34 de valoración, ha sido el martillo pilón que ha acabado con los sueños de un Mornar Bar que creyó en la victoria hasta que el gigante letón le despertó en el último cuarto. A pesar de los 11 puntos de diferencia final, el Unicaja sufrió en Montenegro para conseguir su segunda victoria en la Eurocup, la primera a domicilio.
Fieles a su estilo, los hombres de Pavicevic iniciaron el encuentro buscando las debilidades del Unicaja desde la línea de 6,75. A pesar de sus buenos porcentajes (4/9), los malagueños se hicieron fuertes bajo aros capturando 11 rebotes contra los 5 de sus rivales, lo que les daba segundas opciones en el tiro. Shermadini, con 8 puntos, y Jaime Fernández, con 7, reducían el efecto Koenig, también autor de otros 8 tantos, para cerrar el primer acto 23-27.
En el segundo, a pesar de la demostración física de Lessort, fundamental en el rebote ofensivo, el conjunto de Luis Casimiro no era capaz de romper el encuentro por culpa de los errores desde la personal del propio pívot francés, que erró hasta cinco tiros libres casi consecutivos. Eso alentó al Mornar, que llegó a empatar a 29 a 7 minutos para el descanso. Pero en ese momento llegó la reacción malagueña basada en una defensa que no permitió lanzamientos exteriores -apenas tres en todo el cuarto- y que se complementó con un buen ataque para llegar al descanso 10 arriba (37-47).
Sólo el pésimo porcentaje de Roberts y Salin desde el triple hizo que el Mornar volviera a meterse en el choque. Tensión pedía el técnico del Unicaja a sus jugadores cuando vio que los locales se acercaban cada vez más en el marcador. Pero ni los tiempos muertos ni las rotaciones provocaban el efecto buscado. A menos de cuatro minutos para el final del tercer cuarto, el Mornar se puso a 2 (52-54). Una canasta de Shermadini y un triple de Jaime Fernández devolvieron una relativa tranquilidad que volvió a romperse con un 2+1 de Rebic. El pívot georgiano y el base madrileño -los mejores, sin duda, de los cajistas- se combinaron para repartirse la anotación en esos dubitativos instantes y mantener una ventaja de 6 antes de afrontar el último cuarto.
La ventaja del 61-67 dejaba las cosas en el aire. Y más aún cuando Carrington inauguró el acto con un nuevo triple. Fue entonces cuando despertó de su letargo Wacysnki con 8 puntos -entre medias, una canasta de Shermadini tras robo y asistencia de Jaime- para elevar la renta a la decena (64-77) a 7’30” para el final del duelo. Ahí ya se acabaron las fuerzas de los balcánicos, incapaces de contener a un desatado georgiano que incluso se permitió el lujo de intentar y convertir un triple que hundió definitivamente las pocas opciones que les quedaban.
No tendrá un buen recuerdo el Mornar de su primer enfrentamiento con un equipo español, que finalizó 85-96. Todo lo contrario de un Unicaja que ha vencido en las tres ocasiones, incluyendo esta, en la que ha visitado Montenegro.