SALIN Y NEDOVIC DEVUELVEN LA SONRISA (86-74)

@SuarezRMarca | Han tenido que pasar 23 días, desde el pasado 10 de noviembre, para volver a ver al Unicaja ganar un partido. Desde el triunfo ante el Estrella Roja, los de Plaza habían sumado seis derrotas consecutivas, tanto en Euroliga como en la ACB. Este domingo, con un Joventut que venía enrachado tras haber obtenido tres victorias de sus últimos cuatro partidos, los malagueños han completado un buen encuentro para llevarse el choque y no complicarse más su clasificación para la Copa del Rey.

Sasu Salin, en los dos primeros cuartos, y Nedovic, este en el tercero, fueron los hombres clave para un Unicaja que estuvo mejor a nivel ofensivo que defensivo. Quizás, lo peor, los golpes recibidos por el serbio y por Brooks en sus tobillos, que les hicieron abandonar el encuentro antes de tiempo. 

El duelo ante los de Badalona empezó con Nedovic cargándose con dos faltas muy pronto. Antes de irse al banquillo le dio tiempo para anotar 4 puntos. La salida del serbio permitió a Salin saltar a la cancha antes de lo previsto y reivindicarse. 8 puntos del finlandés en un ratito permitieron a los malagueños cobrar una ventaja que ya mantuvieron durante todo el primer cuarto. La máxima fue de 12 (21-9), que fue reducida al término de los primeros diez minutos a 7 (23-16), después de protagonizar el Joventut un parcial de 0-7.

En el segundo, Salin siguió a lo suyo con 5 puntos casi consecutivos, queriendo romper el encuentro, algo que no permitió Jordan. Fue un cuarto con más errores en el tiro por parte de ambos equipos, con más igualdad, en el que los de Ocampo sujetaron mucho mejor a los rivales en su zona, lo que les valió para dejar en tres puntos la distancia en el eléctronico (36-33).

Tras la reanudación, los de Plaza renovaron sus conceptos y su acierto. Suárez y Nedovic arrancaron con sendos triples que elevaron la diferencia por encima de los diez (44-33) a 7'51" para el final del tercer cuarto. Pero cuando parecía que el choque se podía inclinar definitivamente del lado local, dos personales de Augustine muy discutidas permitieron a la Penya reengancharse. Fue entonces cuando Nedovic recuperó su disfraz de jugon y empezó a anotar compulsivamente y a repatir asistencias. 10 puntos anotó el escolta en el tiempo que estuvo sobre la cancha en ese período que vio más ataque que defensa. 

Con 65-57 arrancó el último cuarto. Los catalanes vendieron cara su piel y asustaron a los de Plaza. Si López-Arostegui hubiera acertado su triple, habrían igualado el encuentro. Pero no lo hizo y el apagón de los suyos se hizo visible. Alberto Díaz tomó el relevo de Nedovic en la anotación. Y aunque el balcánico se marchó a cuatro minutos para el final por un esguince en su tobillo izquierdo, ya no hubo más oportunidades para los visitantes.