@SuarezRMarca | Humillante, espantoso, ridículo, salvajemente aniquilados, el peor ejemplo que se puede dar a los chavales de la cantera de Los Guindos. Así ensuciaron los jugadores del Unicaja la camiseta verde en Gran Canaria, la única que merece ser lavada porque ellos ni tuvieron que pasar por la ducha. ¿Para qué si ni sudaron?
Recibir 35 puntos en un cuarto -el segundo-, irse al descanso con un 59-34, y no parar la sangría porque ni tuvieron alma para intentarlo es de pésimos profesionales. No hay ni una sola justificación para semejante demostración de falta de compromiso. Porque perder se puede perder, pero hacerlo de la forma en la que lo hicieron, eso no debería estar permitido.
Enfrente, mientras tanto, disfrutaba de lo lindo Aíto García Reneses y seguro que saboreaba en el palco su venganza Berdi Pérez. Aunque la fiesta de verdad la montaron durante el encuentro los excelsos jugadores del Herbalife y la continuaron unos aficionados orgullosos de la exhibición de los suyos, que han ganado todo lo que han jugado en casa esta temporada.
Brutal Pango con sus tiros y su dominio del ritmo, espectacular Oliver con sus 7 asistencias, sensacional Báez con sus 16 puntos y 3/3 en triples, brillante Newley con su calidad… y así con todos, que dieron un recital difícil de olvidar.
En el Unicaja, mejor ni hablar, ni lo merecen. Basta decir que convocaron huelga en el segundo cuarto, se negaron a jugar en el tercero y se rindieron finalmente en el último. 98-65, de vergüenza.
