Si en el Málaga llevamos cuatro temporadas aficionados y periodistas sin poder ver entrenarse al equipo, en el Club Baloncesto Málaga aún son más los años que dura esa decisión. Por eso llama la atención que, muy de vez en cuando, los entrenadores permitan la presencia de personas ajenas a su plantilla. Y más todavía, que aunque sea de modo testimonial, algún aficionado tenga la suerte de entrenar unos minutos con sus ídolos.
En esta ocasión, ha sido el conjunto de Joan Plaza el que lo hará, abriendo sus puertas el lunes, de seis a ocho de la tarde, en el pabellón de Los Guindos. Será la primera ocasión desde que el técnico se hizo con las riendas del equipo que se toma esta decisión. Es una manera de intentar conectar con una afición que, salvo contadas ocasiones, no se ha enganchado como antaño lo hacía. Y eso que los resultados y el juego del equipo esta temporada sí que recuerdan a las grandes épocas.
La sesión concluirá con la oportunidad de fotografiarse con los jugadores del primer equipo.
