Cumplir en tu estreno como coach principal en el baloncesto mexicano hasta el punto de clasificar a tu equipo a los playoffs y ser el mejor de la fase regular, esto es lo que hizo Pablo García al frente del Abejas de León. El entrenador malagueño atendió a los micrófonos de Radio MARCA Málaga para tratar el que será su segundo curso a los mandos con un cuerpo técnico 100% malagueño, además de su corta estadía en el Marbella o el fracaso del Unicaja. El protagonista tiene clara la meta de la 22/23 en Guanajuato: «El objetivo es asentar al equipo en playoffs».
Se siente un privilegiado en México: «La verdad que he apostado por gente joven, como yo tuve la oportunidad en su día. Me voy con dos super profesionales. ¿Por qué no construir a partir de gente malagueña?«. «Soy un privilegiado en ese sentido. El presidente me ha dado plenos poderes tanto para fichar como para el staff. No es lo mismo entrar en una primera división rodeado con gente de confianza que no hacerlo. Carlos Alonso va a ser segundo entrenador y Miguel Aguilar fisioterapeuta«. «Carlos es el hermano de Francis, hemos iniciado esta travesía desde los 16 años juntos. A Miguel Aguilar no lo conocía, preguntando pues se dio la oportunidad. Joven, bien preparado y con muchas ganas de irnos para allá».
«Somos profesionales y te tienes que hacer respetar»
¿Cuál es el objetivo de la 22/23? «Digamos que es la segunda vez que el club entra en playoffs. Fue un año espectacular y una sorpresa para todos, porque nos duplicaban o triplicaban en presupuesto. Este año tengo ilusión por seguir creciendo. El objetivo es asentar al equipo en playoffs, que entre dos años de forma seguida. El dueño está muy contento y tendremos un presupuesto más parecido a los equipos de arriba. Nos generará presión, pero eso me encanta«. «Fundamental. No es lo mismo estar solo que estar acompañado, al final somos amigos. Van a ser un apoyo fundamental para mí y el equipo».
Unicaja y Marbella: «Lo primero es que la temporada ha sido un fracaso, tal y como dijo el presidente. No se cumplieron los objetivos. Es verdad que la confección de la plantilla es un poco difícil. Cuando Juanma Rodríguez llegó, el entrenador no lo puso él y el equipo no se podía mover. Confío en él y que se hagan bien las cosas en verano. A ver qué año hace». «Un poco sabor agridulce, una pena que se cortara la relación por motivos extradeportivos. Habíamos ganado cuatro de los últimos cinco partidos con una gran química entre todos y, de repente, llegó el tema de impagos. Somos profesionales y te tienes que hacer respetar. Luego sí que es verdad que han liquidado todo tras acabar la temporada, pero en ese momento no era así».