NI PUDIERON NI LES DEJARON

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El CB Málaga no pudo nuevamente con el Madrid. ACB Photo

@FranNavajas | El CB Málaga volvió a morir en la orilla en el segundo partido de la semifinal de la Liga Endesa. Lo hizo, al igual que el viernes, después de ser superior en gran parte de los minutos al todopoderoso Real Madrid, que tuvo que tirar de la calidad individual de su constelación de estrellas y de la lastimosa actuación arbitral. Bien es cierto que a los malagueños se les apagó la luz al final del tercer cuarto y comienzo del último, pero un equipo con el presupuesto y la nómina de jugadores como la que tiene el Real Madrid no necesita que al rival lo castiguen una y otra vez los árbitros, casi jugada tras jugada, suavemente matándolos.

 

El partido comenzó con un Madrid enchufadísimo desde la línea de 3, lo que produjo la primera ventaja para los blancos casi en un abrir y cerrar de ojos (11-4). Parecían los blancos empeñados en evitar desde el inicio que el CB Málaga jugara con la comodidad y acierto del primer partido, pero nada más lejos de la realidad. Granger cogió la batuta y comenzó a sacarle partido a su superioridad física sobre Carroll. Fran Vázquez, imperial hasta que se cargó de faltas, sacó su tiro de toda la vida tras asistencia de Granger, que unido a un triple de Toolson y a otro del base uruguayo catapultaban a los cajistas a una ventaja de 5 puntos (19-24). Los de Plaza manejaban el ritmo y el rebote, mientras que el Madrid únicamente amenazaba desde el tiro exterior. Con una canasta de Stimac concluía un excelente primer cuarto y el CB Málaga mandaba por 4 en el luminoso (22-26).

 

El segundo cuarto comenzó con rotación total en el quinteto por parte de Plaza y un Stimac que sacaba su garra bajo los aros: anotando y cargando el rebote ofensivo. A Calloway le costaba mandar y los ataques acababan en precipitados triples o en tiros bordeando el límite de la posesión. Una canasta de Fran Vázquez tras un nuevo rebote ofensivo ponía al CB Málaga 33-38; pero Darden, clave en el primer partido, anotaba de 3. Restaban 4:20 para el descanso y volvía a pista Jayson Granger, con el que el equipo es infinitamente más sensato. Y juega mejor, no cabe duda. Triple del uruguayo y el Madrid se desesperaba. Bourousis rascaba 4 puntitos seguidos y los malagueños seguían haciendo daño de la misma manera: reboteando como auténticas bestias. Dos rebotes ofensivos de Vázquez y Carlos Suárez suponían 5 puntos más. El CB Málaga llegaba al descanso 4 puntos arriba (44-48) con 23 rebotes por 7 de los blancos, que se mantenían en el partido gracias a su 7-12 en triples. 

 

La vuelta del descanso suponía la máxima ventaja tras el triple de un inspiradísimo y combativo Carlos Suárez (44-51) pero, acto seguido, Fran Vázquez se iba al banquillo tras cometer su 4ª falta personal. El mejor jugador del partido hasta entonces, lastrado por las faltas cuando aún restaban 19 minutos para el final. El gallego debería haber medido mucho mejor a la hora de cargarse de faltas, más aún cuando estaba siendo imperiosamente necesario para su equipo. Tras intercambiar canastas durante varios ataques, Granger, otra vez Granger, se marcaba un 2+1 espectacular, que dejaba el marcador en 53-61. A partir de este momento, la luz se apagó y al CB Málaga se le cerró la persiana. Además, cada defensa del Madrid era más dura que la anterior, la mayoría de veces con falta pero, claro, los árbitros no estaban por la labor de fastidiar la fiesta a los blancos. A Caner-Medley le dieron hasta el carnet de indentidad en la zona y los colegiados no pitaron ni una de esas. En la otra canasta, silbato fácil. Vaya, lo de siempre. La bola quemaba en ataque y el Madrid, por contra, anotaba con facilidad. Carroll y Rudy aparecieron de la nada y llevaron a los blancos a un parcial de 14-3 favorable y un marcador de 70-66 al final del tercer cuarto.

 

Restaban 10 minutos y, al igual que el viernes, todo estaba por decidir. Carlos Suárez, el único que anotó durante 6 minutos, comenzaba con un triple, al que respondía Rudy, tan talentoso como innecesario con sus formas. 7 arriba se ponía el Madrid y volvían a pista Fran Vázquez (con 4 faltas) y el mejor base del equipo, Jayson Granger. Tarde, desde mi punto de vista. Plaza ponía toda la carne en el asador pero los árbitros se encargaban de quemarla en la parrilla. El CB Málaga entraba en bonus a 6 minutos para el final cuando era el Madrid el que daba cera de lo lindo, una y otra vez, en cada ataque de los verdes. Pero estos chicos nunca se rinden, tienen sangre de gladiadores y el sello de Plaza completamente impregnado en su ADN. Una nueva conexión entre Granger y el pívot de Chantada, unida a 2 tiros libres de Urtasun, dejaban el 84-80 a falta de 1:35 para el final. Perdía el balón el Madrid y Caner-Medley hacía el silencio en el Palacio con un gran triple. Aquí llegamos a la jugada clave del partido: Bourousis capturaba un rebote ofensivo, el reloj se ponía en 24 segundos en vez de en 14, Sergio Rodríguez cometía pasos y acababa doblando para Rudy, que anotaba un triple después de una posesión de casi 30 segundos. Espero que la ACB haga algo, al menos que se les caiga la cara de vergüenza por permitir este tipo de cosas. Rudy se encaraba con un Joan Plaza que no daba crédito a lo que el trío de naranja estaba haciendo. Restaban 39 segundos y, lejos de hundirse, los malagueños levantaban la cabeza. Urtasun anotaba de 3 y dejaba el marcador en un puño (87-86). Falta sobre el Chacho (tarde y mal elegida) y 2 tiros libres dentro. Granger fue a la línea para anotar sólo el segundo y se cometía falta sobre Felipe Reyes. El cordobés fallaba los 2 y el base uruguayo midió mal el tiempo que quedaba y acabó lanzando un triple forzadísimo desde muy lejos cuando podría haber buscado a un jugador mejor posicionado. El encuentro concluía 89-87 y el Madrid se queda a un paso, injustamente, de lograr el pase a la final. El martes, a las 22:00, el Carpena debe y tiene que ser una olla a presión. Estos jabatos se lo merecen.