@SuarezRMarca | Si el Unicaja buscaba la terapia europea para dejar atrás la depresión por no ir a la Copa, el tiro le salió por la culata. Después de unos buenos tres primeros cuartos, aguantando el empuje de un Anadolu Efes Pilsen liderado por Granger, el equipo se vino abajo en los últimos minutos cuando los turcos apretaron en defensa. Para colmo de males, en los peores momentos ya no estaba Hendrix, lesionado en un tobillo que tenía muy mala pinta.
El encuentro fue como se preveía, con máxima igualdad, como suele ser habitual cuando se enfrentan ambos. 23-21, 24-25 y 19-20 fueron los parciales de los primeros tres cuartos. Con 66-66 se entró en los últimos diez minutos, cuando los de Plaza entraron en barrena y volvieron a pecar del mismo mal que les acompaña cuando las cosas se ponen feas: cada uno empieza la guerra por su cuenta y las pérdidas se acumulan sin remisión. Jackson y Nedovic se llevaron la palma en ese aspecto. No están en la dinámica de grupo y no se sabe cuándo volverán.
Mientras tanto, el conjunto de Ivkovic sí era un equipo en el que todos aportaban. En especial, Diebler, que hizo mucho daño con sus triples en la recta final. Antes, sin embargo, había sido Granger el que había destrozado a sus ex compañeros, anotando 22 puntos con 4/8 en triples, y forzando muchas personales. Nadie le pudo parar a pesar de los esfuerzos de Nelson, que protagonizó su mejor partido con el Unicaja, aunque sigue sin ser suficiente.
Al final, derrota desastrosa para los intereses del Unicaja en el Top16. Se queda con un balance de 2-3, obligado a remar contracorriente en la Euroliga y en la ACB.
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