@SuarezRMarca | Edwin Jackson había aparecido con cuentagotas en la temporada. Un par de lanzamientos inverosímiles por aquí, una penetración suicida pero convertida en canasta por allá… hasta hoy. El francés apareció en el segundo cuarto decidido a demostrar que puede hacer lo que quiera con un mínimo de inspiración. 11 puntos metió él solito en ese período para poner por delante al Unicaja, una ventaja que ya no soltaría en todo el encuentro. Junto a él, también de destacar los 9 puntos de Dani Díez, sin fallo en los tiros de campo. Con ellos en vena anotadora, el Unicaja se fue al descanso con 44-37. Y de ahí en adelante, suma y sigue para acabar el choque con 81-69 después de manejar rentas de hasta 16 puntos.
Antes, sobre todo en los primeros diez minutos, Erden -17 puntos en el choque- había puesto en jaque con su envergadura a los interiores del Unicaja. Pero sus descansos fueron muy bien aprovechados por los de Plaza, especialmente con la intensidad de Carlos Suárez -2 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias- y con el acierto de Fran Vázquez -10 puntos sin fallos en el tiro-. Ambos necesitaban un encuentro así.
Tras el descanso, lejos de frenar en su ímpetu, los malagueños se contagiaron de la fiesta de Halloween y salieron a asustar a los turcos para romper el choque con una defensa pressing a toda cancha. Fue el resurgir de Kuzminkas, que se fue quemado por sus múltiples errores del principio, pero que volvió a ser importante en la victoria.
Con 64-53 se entró en los últimos diez minutos de choque. Nunca dio la impresión el Darussafaka de poder remontar el encuentro. Se nota que aún no es un equipo porque cada uno intentó hacer la guerra por su cuenta. Y así les fue, claro. Que se lo pregunten a Slaughter, desaparecido en combate.
Al final, fácil triunfo para un Unicaja que suma 3 de 3 en esta primera fase de la Euroliga, y que encarrila su clasificación para el Top16. Aún queda mucho, pero desde arriba se ve todo con mucha más tranquilidad.
