@SuarezRMarca | El Unicaja recuperó en Fuenlabrada la sonrisa perdida en Lituania y, durante ratos, las buenas sensaciones que dejó en su debut ACB ante el Valencia. Le costó al conjunto malagueño, pero se llevó un buen triunfo ante un rival muy serio y que no se rindió en ningún momento.
Y eso que la resaca del viaje europeo pareció pasar factura al Unicaja, al que le costó entrar en juego. Suárez y Milosavljevic volvían a estar fallones de cara al aro contrario, pero su desacierto lo compensaban con creces Jaime Fernández y Salin con dos triples cada uno que dieron la primera ventaja del partido a los malagueños, 16-20, a falta de minuto y medio para el final del primer cuarto. Hasta entonces, Clark, en la pintura, y Bellas, en la dirección de juego, habían demostrado que el Fuenlabrada no iba de farol. Y menos aún cuando con un 5-0 de parcial, con un triple de Cruz sobre la bocina, recuperó la ventaja para iniciar el segundo acto con 21-20.
Con ese tiro, el base mexicano se puso on fire y nadie parecía poder frenarle… hasta que apareció King Kong Waczynski y equilibró a 31 el marcador con dos triples consecutivos. También Jaime, inspirado en el lanzamiento, se atrevió desde su casa y volvió a dar ventaja al Unicaja (31-34) a 6 minutos para el descanso. Fue el momento elegido por Agustí Julbe para dar entrada a Lucas Nogueira, un pívot NBA en físico y fundamentos, pero que no superó la presión mental de la mejor liga del mundo.
Su puesta en escena no estuvo nada mal, con dos tapones consecutivos que posibilitaron un contragolpe finalizado con triple de Popovic. Pero esas buenas acciones fueron eclipsadas por dos buenas canastas de Shermadini, que mantuvieron la ventaja a los visitantes. En todo caso, el Fuenla, a pesar del 43-45, no se fue muy triste a vestuarios tras otro triplazo de Popovic en la última décima.
Tras la reanudación, el guión siguió el mismo argumento. A cada acercamiento local respondían los verdes liderados por Jaime Fernández, quien ya llevaba por entonces seis triples de ocho lanzamientos (acabaría con 8/11). Ese esfuerzo baldío terminó bloqueándoles y a 2’27” del final de cuarto, el electrónico señalaba un 54-62 que ponía las cosas muy bien para el Unicaja. Y aún mejor se pusieron al cierre del acto con la máxima renta del encuentro (57-67).
Pero el Fuenla es de esos equipos a los que hay que ganar dos veces como mínimo. Un 9-0 basado en una agresiva defensa zonal volvió a ponerles en el choque (66-67) en apenas minuto y medio jugado. Tuvo que frenar el agujero Casimiro con un tiempo muerto que reactivó a los suyos, en especial a Salin, quien aprovechó un regalo de los madrileños para anotar dos triples seguidos y abrir tierra de por medio (68-76) a 6’15” del final del duelo.
Las fuerzas flaquearon definitivamente a los de Julbe y aunque lo siguieron intentando no hubo forma de acercarse a un Unicaja en el que Jaime Fernández terminó firmando 8 de 11 en triples y que se llevó una victoria más que trabajada y merecida.
