@CesarRadioMARCA | Sin Carlos Suárez y puede que sin Markovic ni Stefansson. Y con Fran Vázquez con ciertas precauciones tras el brutal golpe recibido en la nariz. Con ese parte de guerra afronta el Unicaja el partido que esta tarde (20.45 h) disputará ante el Limoges, buscando la que sería la séptima victoria consecutiva de la temporada y la tercera en la Euroliga.
No tiene, evidentemente, la misma trascendencia este encuentro que el de hace 14 años cuando ambos equipos se jugaban la final de la Copa Korac. Aquella final a doble partido la perdió el Unicaja, pero fue el punto de inflexión de un club que empezaba a ser grande.
Hoy no tiene esa trascendencia, ni hay que remontar un resultado adverso, pero sí que el triunfo sería un gran paso adelante en busca de la clasificación para el Top16.
Hará falta, además, un buen ambiente. El club se ha volcado a la hora de preparar actividades y promociones para los seguidores, aprovechando la cita de Halloween, la noche americana de terror. Esperemos que al final del Unicaja-Limoges el miedo se lo lleven a sus casas los franceses viendo peligrar su pase a la siguiente ronda.