Darío Brizuela ha pasado sus vacaciones en San Sebastián, pero está encantado de volver a Málaga y al Carpena. «Lo echaba de menos», ha reconocido. Aunque todo es más raro que nunca. «Siempre llegas un día antes de empezar a entrenar y ahora no. Tienes que hacerte un test, al día siguiente es el reconocimiento médico. Por la tarde te tienes que quedar en casa y evitar cualquier contacto con la gente. Ha sido raro, pero ya ha llegado el primer día y a ver si encadenamos muchas semanas sin percances«.
El escolta vasco, tras el primer entrenamiento grupal, se muestra feliz por el regreso y por las caras conocidas que ha visto en el vestuario. «Está muy bien estar aquí, en un equipo en el que seguimos más de la mitad de los jugadores. Es la primera vez que tengo eso y es muy agradable con gente con la que tienes buena relación. Aún nos queda mucho tiempo para seguir poniéndonos al día. Encantado de la vida», ha confesado Darío Brizuela.