@SuarezRMarca | ¡Campeones del mundo! No es un sueño, es una realidad, algo tangible, extraordinario y maravilloso. Porque la vida, que diría el genial Montes, puede ser maravillosa. Y con España como campeona del mundo de baloncesto por segunda vez en su historia, mucho más. Los de Japón ya tienen sucesores en los de China. Y de igual modo que Pepu Hernández fue uno de los grandes artífices de aquella gesta, Sergio Scariolo es uno de los grandes responsables de haber llevado a una plantilla con menos talento al centro mundial.
El oro es de España porque España fue mejor. No sólo en una final en la que arrasó a Argentina por 75-95 sino porque ganó todos los partidos de la competición, incuso aquellos en los que no parecía ser favorita. De hecho, nadie, salvo el cuerpo técnico y los 12 jugadores, creía posible que se pudiera llegar tan lejos. Pero se tocó la gloria. Y sabe mucho mejor si cabe.
Desde aquella concentración en Benahavís hasta llegar a China, el camino ha sido tortuoso, duro, pero ha servido para crear más competitividad, para que este grupo fuera creyendo a expensas de la unión luego de los NBA y de los de Euroliga. Y con algunos de los héroes de las ventanas FIBA como Colom, Rabaseda o Beirán que han tenido el premio de formar parte de la plantilla, España es campeona mundial.
Gracias eternas a Sergio Scariolo y a su cuerpo técnico, entre los que está Ángel Sánchez Cañete, técnico ayudante del Unicaja. Y gracias eternas a Quino Colom, Rudy Fernández, Pau Ribas, Ricky Rubio, Víctor Claver, Marc Gasol, Willy Hernangómez, Pierre Oriola, Xavi Rabaseda, Sergio Llull, Javier Beirán y Juancho Hernangómez. ¡Sois, somos, campeones del mundo!