@JuanjeFernandez || Mala noche la que vivió el aficionado cajista en el Carpena. El Unicaja no estuvo a la altura en su cita contra el Brose Bamberg y firmó su segunda derrota consecutiva en Euroliga. Nedovic fue el único que tiró del carro y cuando al gasolina se le acabó al serbio desaparecieron las opciones locales. El viernes habrá que ganar para recuperarse de una derrota dura e inesperada ante un conjunto alemán que llegó a Málaga con un cero en su casillero.
El Unicaja arrancó el partido con seriedad y consistencia. Jamen Augustine, Nevdovic y McCallum perforaron el aro alemán y dieron a los malagueños su primer colchón del partido. El conjunto alemán salió contestón y con Hickman y Hackett recortaron distancia rápidamente. Nedovic comandaba las jugadas de ataque cajista y un nuevo triple suyo sirvió para mantener a Unicaja por delante. El choque era duro y los equipos llegaron pronto a los bonus gracias a las faltas señaladas por los colegiados. Los de Plaza eran dueños y señores del partido apoyados en las canastas de Súarez y Shermadini. Los últimos compases del primer cuarto fueron complicados para ambos equipos y Unicaja se despistó un poco más y el partido paró con el electrónico favoreciendo a los alemanes gracias a cinco puntos seguidos de Staiger. (22-24)
El arranque del segundo cuarto fue tosco. Milosavljevic forzó una antideportiva que contestó al triple inicial de Hickman. El ex de Fenerbahçe provocó el tiempo muerto de Plaza cuando el equipo alemán se pudo cinco por delante. Plaza recurrió al ‘efecto Musli’ pero esta vez la reacción no fue instantánea. Los minutos pasaban y Unicaja no era capaz de arrancar su maquinaria. El partido de los costasoleños era malo aunque el Bamberg no conseguía despegarse en la numeración. Las defensas se impusieron en el tramo final y el choque se fue al descanso con 35-39 en el marcador.
El tercer acto empezó con un Unicaja mucho más serio. Nedovic y Alberto Díaz anotaron desde la línea de tres y remontaron el marcador con rapidez. El serbio era el auténtico comandante del partido y el que tiraba del carro local. El base era el único capaz de contestar las canastas alemanas y pronto levantó al público verde de sus asientos gracias a sus veinticuatro puntos en el ecuador del partido. Una canasta de tres de Salin volvió a dar ritmo a un partido donde las defensas estaban imponiendo su ley. El finés fue el último anotar y Unicaja recuperó el cetro del tanteo al final del tercer cuarto. (58-54)
El inicio del último cuarto no sirvió para que los de Plaza mantuvieran las buenas sensaciones de las últimas jugadas del tercer acto. Hickman y Rubit situaron por delante de nuevo a los alemanes que no estaban dispuestos a dejarse la victoria en el Carpena. El marcador era una balanza que fluctuaba de un lado a otro cuando cogían la bola Hickman y Nedovic. Los árbitros hicieron acto de presencia cuando Paternico señaló una dudosa antideportiva a Shermadini que Mitrovic no perdonó. El partido se iba a complicando para los hombres de Los Guindos por culpa de la falta de acierto de Nedovic. Brose se marchó de ocho puntos y el mundo se vino abajo. Fue entonces cuando apareció la figura hasta ese momento inédita de Jeff Brooks que con dos canastas consecutivas dio vida a los de Plaza. En la siguiente jugada Unicaja celebró tres tiros libres de Milosavljevic y la expulsión por quinta falta de Hickman. Los cajistas habían reaccionado y el despropósito de los visitantes se hizo patente con una falta de ocho segundos de campo. La suerte no ayudó a los malagueños que fallaron en el último minuto y permitieron que una victoria de oro se marchase del Carpena. (76-80)
