@CesarRadioMARCA / @EnriqueOrtizU | Lo que mal empieza mal acaba. Y el Unicaja fue arrastrando su pésimo comienzo de partido durante todo el choque ante el Maccabi. Eso y los árbitros, sobre todo el croata, Radovic, que ayudaron de lo lindo para que los malagueños no pudieran mantener la única ventaja que tuvieron a falta de cuatro minutos para el final del encuentro.
Fallar los siete primeros ataques, pasarse casi cinco minutos sin anotar y acabar el primer cuarto con un lamentable 1 de 12 en triples fue demasiada ventaja para los campeones de Europa, que llegaban a Málaga con ganas de demostrar que sus últimas derrotas habían sido simples tropiezos y no una crisis galopante. Aun así, los de Plaza, que empezaron con un 0-10 en contra, pararon la sangría y sólo se marcharon 13-21 abajo.
En el segundo, las cosas mejoraron cuando Granger y Markovic coincidieron en cancha y pusieron un 21-25 a 5`10” para el final de cuarto. Lástima que los exteriores estuviesen negados en el triple (1/17). Y aunque los israelíes tampoco anotaron ni un lanzamiento exterior (0/5), Randle y Baby Shaq, que sumaban al descanso 12 y 8 puntos respectivamente, se bastaron y sobraron para mantener la ventaja.
El choque era intenso y los árbitros no quisieron quedarse fuera de plano. Así que obviaron un rodillazo en sus partes a Granger, al que pitaron técnica por simular la agresión. Eso espoleó a los malagueños, ayudados anímicamente por los primeros minutos en cancha esta temporada de Suárez, para seguir en el partido (29-35).
Sin embargo, tras el paso por vestuarios, la historia del comienzo se repitió. Los malagueños, fallando triples, mientras los de Tel Aviv sumaban un 0-7 que les dejaba con una máxima de 11 puntos (31-42). La temperatura crecía tanto en el parquet que Plaza y Pargo se ganaron sendas técnicas en apenas un minuto. El partido parecía romperse con un triple de Devin Smith que dejaba el 32-45 en el electrónico…
Pero ahí apareció el factor Carpena y el orgullo de los jugadores cajistas. Toolson por fin acertó con un triple y eso abrió la veda para, un par de ataques después, animar a Green y Granger a hacer lo mismo. La remontada parecía cercana pero una nueva técnica, ahora a Green por flopping, la retrasó. Sin embargo, los de Plaza siguieron concentrados y terminaron levantando a la grada con gritos de ¡sí, se puede! tras acabar el tercer cuarto con un esperanzador 50-54.
En el último, se sucedieron los intercambios de canastas hasta que un triple de Toolson a cuatro minutos para el final puso la primera ventaja del partido para el Unicaja (58-57). Pero los árbitros no estaban dispuestos a permitir semejante afrenta al campeón de Europa y expulsaron a Plaza del banquillo por una segunda técnica, le cayó otra a Vasileiadis… y el Maccabi se volvió a escapar de tres a 3`48”.
A partir de ahí fue un querer y no poder para terminar hincando la rodilla (66-70) ante un Maccabi liderado por Devin Smith (24 puntos) y por tres árbitros (Radovic, Papapetrou y Petek) que volvieron a demostrar que en la Euroliga siguen mandando los mismos de siempre.
FICHA:
UNICAJA (66): Markovic (0), Vasileiadis (9), Kuzminskas (6), Green (5), Golubovic (0) (quinteto inicial); Granger (5), Toolson (16), Suárez (5), Thomas (16), Fran Vázquez (4)
MACCABI (70): Haynes (7), Smith (24), Randle (12), Ohayon (3), Schortsanitis (8) (quinteto inicial); Pargo (8), Tyus (8), Linhart (0), Cohen (0), Landesberg (0), Maric (0)
Asistencia: 6.959 espectadores.
