Cuando se dice aquello de el límite es el cielo está claro que no se piensa en el Málaga. Porque los de Pellicer se encuentran al límite, pero no metafóricamente sino de sus fuerzas. Y con esta semana con partidos martes y domingo, no hay tiempo para recuperar en condiciones a aquellos que arrastran diversos problemas físicos.
Se encuentra el técnico blanquiazul con una jaqueca de las fuertes de cara a confeccionar el once frente al Almería. Seguro que la banda izquierda será completamente nueva. Matos y Rahmani -que ya no podía jugar ante los rojiblancos por una cláusula en su cesión- están sancionados. Cristo y Joaquín, que vuelve tras cumplir su castigo de tarjeta, parece que ocuparán sus plazas.
No serán las únicas novedades puesto que Jairo y Jozabed, claves en las últimas semanas, finalizaron el encuentro de Cartagena con sendas sobrecargas. Forzarles podría ser como el pan para hoy y hambre para mañana en caso de que se rompan. En situación similar se encuentra Escassi. Padece un esguince en la rodilla y ya fue baja el sábado.
En caso de querer reservarlos, serían apenas trece profesionales con los que contaría Pellicer. Entre ellos, los dos porteros y un Lombán que ya ha superado el coronavirus pero que no ha entrenado en las dos últimas semanas. Su estado físico es una incógnita.
De este modo, no queda otra, dentro de este límite del Málaga, que exprimir a los que están sanos y acumulan ya muchos minutos en sus piernas. Y volver a tirar de la cantera, aunque teniendo mucho tacto con cuántos coinciden en el campo. Ahí sólo puede haber cuatro a la vez, lo que es un riesgo porque una expulsión de uno de los profesionales significaría cometer alineación indebida.