Echando la vista atrás, al Tenerife no se le da bien La Rosaleda. El cuadro insular nunca le ha ganado al Málaga Club de Fútbol en Martiricos. Para hablar del último asalto tinerfeño hay que coger la máquina del tiempo y remontarse al 4 de octubre de 1987 con aquel 1-2 visitante ante el extinto Club Deportivo boquerón. El del domingo será una batalla trascendental en un fortín infranqueable.
Con Kubala en el banquillo blanquiazul, José Hurtado puso el 1-0 en el luminoso, pero Mínguez y Miguel Ángel Ruiz, en propia puerta, sellaron el resultado final. A pesar de este varapalo en la sexta jornada, y con efectivos como Husillos o Juanito en plantilla, el CD Málaga certificó el ascenso a Primera en aquella temporada 1987/88: 54 puntos en primera posición y a cuatro del Elche.
A día de hoy, Málaga y Tenerife se saludan en la clasificación -9º y 10º, respectivamente- en un choque que promete alto voltaje en un fortín infranqueable y destellos de ilusión como premio al vencedor por acercarse a los puestos de playoff. Los de Pellicer vienen en una dinámica inmejorable, mientras que los canarios acumulan ocho triunfos desde la llegada de Luis Miguel Ramis al Heliodoro. Todo un homenaje al fútbol el que habrá este fin de semana entre ambos.
